España ya está en Río 2016, España lo ha vuelto a hacer, España ya es algo más que leyenda en el baloncesto mundial. Los españoles doblegaron a Francia en un partidazo vibrante desde el primer momento, con España jugando sus mejores minutos del Eurobasket en defensa y con los franceses demostrando el enorme potencial del que es sin duda el mejor equipo de su historia. Sin embargo, durante el final del tercer cuarto y el inicio del último, Francia colocó una ventaja que parecía imposible de remontar, momento en que Pau Gasol y Sergio Rodríguez fueron claves. La mejora defensiva y con el extraterrestre Gasol campando a sus anchas, España mandaba el encuentro a la prórroga. Ese fue el gran éxito de España, cambiar la dinámica del partido, traspasar la presión a unos franceses que fallaron demasiados tiros libres. Pau Gasol y España, vuelven de la mano a una final. Leyenda.
EL PARTIDO EN CLAVE:
1. FÍSICO Y DUREZA, DEFENSA Y CHACHO: Desde el comienzo del encuentro, Francia quería llevar el partido a su terreno, a lo físico y al martilleo constante. España tenía que intentar cambiarle el ritmo al partido, tenía que buscar su baloncesto y su estilo, pero no era nada fácil ni sencillo. El ataque de los de Scariolo estaba estancado, básicamente por esa capacidad defensiva tan voraz que la selección gala llevaba mostrando durante todo el campeonato. La comodidad de Francia era evidente, aunque el dominio no lo controlaba del todo. Sólo Pau Gasol estaba mostrándose de forma natural, pero la salida de Sergio Rodríguez a pista llevó a los hispanos a subir una marcha más sobre la pista; la igualdad se instauraba en un pabellón completamente francófono, un pabellón que era el alma de Francia.
2. ESPAÑA DEMUESTRA QUE TAMBIÉN SABE DEFENDER: Tal y como se estaba desarrollando el partido, España necesitaba dar un golpe sobre la mesa. Ese manifiesto llegaría con la mejor defensa de todo el Eurobasket, conjurada en un segundo y último periodo donde a Francia se le habían agotado las vías de anotación. Las salidas de Reyes y Claver, dotó a los nuestros de una mayor fuerza física, de una lucha más intensa en la zona que consiguió contagiar a todos los integrantes de la selección. Esa gran actividad atrás no llegó sola, y es que un parcial de 7-0 finiquitado por Rudy devolvía a España la ventaja en el marcador (32-31). Estábamos viendo una autentica preciosidad de partido, una oda a los libros de caballería que narraban las hazañas de los héroes del Medievo. Baloncesto y épica.
3. REBOTES, SEGUNDAS OPORTUNIDAS Y EL MALDITO TERCER CUARTO: Francia dominaba con soltura el rebote, pero lo que es más importante, estaban machacando a España a través de las segundas oportunidades que los rechaces ofensivos propiciaban. Los españoles estaban bastante perdidos, Francia encontró el camino, rompió la defensa española y recogió los frutos en forma de un buen colchón. En ese sentido, los galos estaban teniendo el arbitraje y la suerte (triples a tabla y rebotes que le iban a las manos estando en el suelo) de su parte, todo les salía y España no conseguía responder, parecía algo noqueada por momentos. Los tiros libres salvaron el cuarto maldito durante este Eurobasket, pero los franceses habían conseguido una ventaja bastante importante.
4. LA ÉPICA DE ESTA SELECCIÓN, Y LA DE PAU GASOL, NO SE PUEDE MEDIR: La diferencia marcada por Francia era una losa para los de Scariolo, algo a lo que le podíamos sumar el poco acierto en el lanzamiento exterior. Cuando más falta hacía, España no conseguía recortar porque le costaba mucho atacar, la defensa francesa estaba muy encima, pero en los pocos espacios encontrados no se sabía rematar. Sin embargo, Pau Gasol volvió a echarse a España a la espalda, volvió a colgarse a un equipo como mochila para reventar el partido ayudado por un enorme Sergio Rodríguez. El catalán se mostró como el extraterrestre que es, primero forzando tiros libres y luego asumiendo todo el juego ofensivo español, manteniendo el barco a flote y devolviendo la esperanza. España se colocaba tres por delante a dieciséis segundos del final, pero un triple de Batum iba a mandar el partido a la prórroga sin saberlo. España tuvo una acción para ganar el partido, pero Pau, previa falta de Gobert, erró el lanzamiento.
5. PAU LE DICE ADIÓS A FRANCIA: España llegaba a la prórroga con algo de terreno ganado, Francia tenía el miedo en el cuerpo y en el Lille Metropole se respiraba un aire enrarecido. Francia empezó tomando el mando, los árbitros estaban muy caseros, pero la presión había cambiado de bando. La mano de Parker tembló en los tiros libres, pero a España le seguía y seguía costando atacar, todo se iba a decidir al final y ninguno conseguía despegarse en el marcador. No obstante, otra vez Pau Gasol le iba a dar a España un billete a la final. El de Sant Boi no lo sabía, ni siquiera en sus mejores sueños lo había imaginado, pero suyos serían los últimos ocho puntos de la selección, los puntos que iban a abrir las puertas del olimpo que tantas veces hemos besado. Pero antes, Batum iba a fallar tres tiros libres que habrían empatado de nuevo el encuentro, esa presión que iba a ejercer el majestuoso pabellón francés le pasaría factura. España supo cerrarse bien, supo aguantar como un jabato, peleó y lo consiguió. Todos los jugadores que Sergio Scariolo utilizó tienen parte de culpa de este éxito, pero Pau Gasol, el que es sin duda el mejor jugador FIBA de la historia, es el gran artífice y el gran culpable de que esta epopeya siga escribiendo capítulos y capítulos sin descanso. La mejor Francia de la historia y el pabellón más francés del planeta basket no han podido con Pau Gasol, ni siquiera con el arbitraje bastante casero y con todo a su favor. Una vez más, decisivo, una vez más maravilloso. Ojalá fuera eterno, Pau.