En el campeonato internacional mejor preparado por los Estados Unidos en los últimos años (para tratar de evitar un nuevo fracaso) la selección norteamericana ha vuelto a caer, esta vez en semifinales, ante una Grecia que logrará su primera medalla en un mundial y que podría repetir el oro de los europeos de 1.987 y 2.005.

Los griegos han dejado claro lo que muchos especialistas y aficionados venían diciendo durante el mundial, Estados Unidos podía perder en cuanto se cruzaran con una selección “de las buenas”. Hasta ahora les había bastado con el músculo y la velocidad para ganar fácilmente todos los partidos menos dos, ante Italia y ante Alemania, dos selecciones limitadas en talento pero que saben jugar, especialmente la italiana.

Pero claro, hoy se enfrentaban a una de las mejores selecciones del mundo. Un equipo equilibrado, con talento, con conocimiento del juego y con un carácter ganador que les hace competir ante cualquiera sin venirse abajo en ningún momento. Y ante esa situación Estados Unidos ha vuelto a estrellarse, a pesar de llevar un equipo con varias estrellas (aunque, sobre todo, con falta de pivots grandes) y con un plantel técnico de una gran calidad, incluyendo expertos en el baloncesto europeo como Mike D’Antoni.

El partido en sí lo han dominado los griegos desde el segundo cuarto, en el que han logrado un parcial de 31-21, llegando a un 32-24 en el tercero. ¿Quién decía que los griegos sólo sabían ganar andando? No, los griegos juegan despacio porque lo prefieren, pero son capaces de jugar al ritmo que se les marque sin ningún problema… porque son muy buenos, simplemente.

En el último cuarto han arreglado un poquito el asunto con un 24-30 que rebajó la diferencia final a 6 puntos (101-95), cuando la máxima diferencia a favor de los griegos fue de 14 en tres momentos del tercer cuarto, donde desarbolaron por completo al equipo USA.

Respecto al arbitraje, mucho se ha hablado de la permisividad ante el juego americano, tanto en defensa (donde usan mucho las manos) como en ataque (principalmente por los pasos de salida). Hoy ha pasado lo mismo pero a los árbitros no les ha temblado el pulso para señalar una antideportiva a Hinrich sobre Schortsianitis (gran partido del gigante griego, que ha sido una de las claves de la victoria… imparable para los pivots rivales), que éste no ha aprovechado… pero eso es otra historia.

Los helenos estuvieron liderados por un jugador llamado Papaloukas, colosal dirigiendo a su equipo, que junto a un Spanoulis muy acertado en ataque (22 puntos) han sacado de la pista al equipo USA donde sólo Carmelo Anthony (27 p. máximo anotador del partido) ha estado a la altura de las circunstancias.

Así las cosas argentinos y españoles lucharán por colarse en la final ante los griegos, porque el bronce, con los estadounidenses enfadados, puede estar difícil a no ser que no superen el mazazo de hoy.