Polonia disputa hoy la semifinal del Eurobasket, algo que no conseguía desde 1967. Lo hace después de dar un golpe en la mesa eliminando a la campeona continental, la Eslovenia de Luka Doncic, una de las selecciones favoritas para pelear por los metales.
Sin embargo, antes de dar la campanada y sellar su acceso al top 4 europeo, su paso por el torneo estaba siendo discreto y silencioso. Clasificó en tercer lugar del grupo D con un balance de 3 victorias (ante los Países Bajos, Israel y República Checa) y 2 derrotas (ante Serbia y Finlandia). Su cruce en octavos de final fue ante la selección ucraniana, que había obtenido la segunda posición del grupo tras un triple empate con Croacia e Italia. Tras un partido muy disputado, acabaron deshaciéndose de la Ucrania de los NBA “Svi” Mykhailiuk y Alex Len por 94-86, terminando así una participación muy meritoria de los chicos de Ainars Bagatskis. El siguiente compromiso de los polacos en cuartos de final ante la actual campeona se preveía como un reto prácticamente imposible, pero ya sabemos cómo continúa la historia.
Ahora es momento de analizar al conjunto polaco y descubrir qué aspectos les han convertido en aspirantes a medalla en este Eurobasket 2022.
FORTALEZAS
- La unión hace la fuerza
La selección polaca ha destacado en este Eurobasket por su juego coral, en el que todos los jugadores disponen de lanzamientos y el balón se mueve con criterio para buscar tiros liberados. Gran parte de la anotación de los polacos se sustenta en 4 pilares: Mateusz Ponitka, AJ Slaughter, Mikal Sokolowski y Olek Balzerowski. Entre ellos promedian algo más de 54 puntos por partido y son sus armas ofensivas de referencia.
Carácter competitivo
Estadísticamente hablando, Polonia es un equipo de media tabla. No son los mejores en porcentaje de acierto, ni en puntos anotados, ni en rebotes… pero los pupilos de Igor Milicic definitivamente tienen el gen competitivo necesario para agarrarse a los partidos difíciles y ser un hueso duro de roer. Que se lo digan a Luka Doncic y compañía, que pese a remontar más de 20 puntos en un cuarto no fueron capaces de tumbarles anímicamente.
No destacarán en ningún apartado estadístico, ni serán superiores al rival por nombres, pero los polacos han sabido suplir estas carencias imprimiendo más intensidad a su juego que el resto. Y ese es su secreto, no tener nada que perder te hace un rival más temible.
Mateusz Ponitka
El líder de la escuadra polaca es sin lugar a dudas Mateusz Ponitka. El ex del Tenerife llegó al Eurobasket tras una mala campaña en el Zenit de San Petersburgo, en la cual apenas consiguió promediar 5 puntos por noche. Sin embargo, se va a marchar del torneo siendo uno de los jugadores más revalorizados del mercado. Es probable que veamos a varios equipos interesados en su incorporación de cara a la próxima campaña. Y es que los números lo dicen todo: es el líder de su equipo en puntos (15 por partido), asistencias (7), rebotes (6) y eficiencia (por encima de 20). Además, su recital ante Eslovenia le convirtió en el cuarto jugador en la historia del Eurobasket en lograr un triple-doble con sus 26 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias.
DEBILIDADES
Irregularidad
La otra cara de la moneda polaca no es tan atractiva. Su inconsistencia en ciertos momentos del encuentro y su incapacidad para anotar con constancia son una de las lagunas del equipo. Ya estuvieron a punto de costarles el pase a semifinales después de una enorme primera mitad ante Eslovenia. Así que si quieren tener opciones de superar a Francia y meterse en la final, deben ser capaces de evitar las intermitentes sequías anotadoras del equipo.
Rotación corta
Otro de los problemas que arrastran los polacos es su corta rotación. Ante Eslovenia, Milicic apenas contó con 8 jugadores, una rotación que exprime al máximo a sus referentes (más de 30/35 minutos en el caso de Ponitka y Slaughter). Veremos cómo gestiona los minutos de la semifinal, pero tras dos intensas semanas de torneo, las piernas van a empezar a pesar y el factor cansancio puede jugar una mala pasada a los equipos.
Inexperiencia
Como decíamos antes, estas son las primeras semifinales para Polonia desde hace más de 50 años. En un país donde los deportes predominantes son el fútbol y el voleibol, esta gesta tiene un mérito aún mayor. Pase lo que pase, las expectativas polacas han sido cumplidas con creces, pero para lograr una medalla deberán ganar como mínimo uno de los dos partidos restantes, y eso no va a ser tarea fácil. A estas alturas, los nervios y la presión se acentúan y el juego se vuelve más especulativo y conservador. Es por eso que la inexperiencia de los polacos en este tipo de partidos puede ser determinante en finales igualados, por lo que tratarán de suplirla con la ilusión y entrega características de esta selección.