Comenzaba el partido con un gran intercambio de canastas, la igualdad era la tónica, sin embargo, las apariciones de Luka Doncic y Goran Dragic abrían un parcial de 13-0 a favor de los Dragones, que rompían el partido antes del final del primer cuarto (34-23). No tardaba en aparecer Kristaps Porzingis al rescate, para acercar de nuevo a los suyos, Letonia subía el ritmo defensivo para meterse de nuevo en el encuentro y dirigidos por un acertado Davis Bertans conseguían llegar al descanso por delante en el luminoso (51-55). El arranque tras el descanso traía a una Eslovenia que rompía le partido, de nuevo, por medio de Goran Dragic; pero Letonia no iba a vender barata su piel, y pese a los problemas de faltas de Porzingis los de Bagatzkis aguantaban vivos en el luminoso (76-64). Letonia ponía una marcha más, con la intención de volver a meterse en el partido, era la hora de los valientes. El momento de Luka Doncic y Kristaps Porzingis, ambos futuro y presente del baloncesto, cara a cara. Pero había un invitado más para la fiesta, y la aparición de Goran Dragic resultaba decisiva (103-97).

Gasper “Factor X” Vidmar: En un partido marcado por el juego exterior de ambos combinados, y ante los problemas de faltas de Kristaps Porzingis, Gasper Vidmar ha destapado el tarro de los intangibles y se ha convertido en el factor clave del buen hacer esloveno. El pívot del Banvit se ha adueñado de la zona, y pese a que no ha firmado unos números excelsos, ha sido determinante en el juego de los de Igor Kokoskov.

El unicornio solitario: Que Kristaps Porzingis es el factor diferencial de la selección letona es poco menos que decir una obviedad absurda, sin embargo, hoy el pívot de los Knicks ha estado demasiado solo en la segunda parte del duelo, y sus 34 puntos han sido insuficientes. Sus problemas con las faltas desde mediado el tercer periodo han dejado el juego letón desamparado. Porzingis ha cerrado el Eurobasket con una actuación individual maravillosa, pero sin haber conseguido que otros se sumen al carro en los instantes decisivos.

Un dragón de dos cabezas: El Dragón esloveno tiene dos cabezas, ambas agresivas y capaces de morder, pero cada una con su propia manera de matar: Goran Dragic y Luka Doncic, Luka Doncic y Goran Dragic, la pareja de baile que dirige la nave eslovena. Goran impone la ley de la verticalidad, como si de un cuchillo se tratase rompe defensas a placer; y Luka Doncic, que impone la ley del raciocinio, su basketball IQ es impresionante, y aún quien os escribe necesita rascarse los ojos cada vez que mira la edad del joven esloveno. Ya han llegado a semifinales, pero el Dragón está deseando desplegar las alas, próximo rival: España.