París. Regal  Barcelona se ha convertido en el primer finalista de la Euroleague al vencer al CSKA por diez puntos en un partido que en el imponente París Bercy levantaba el telón de la Final Four. El partido siguió el mismo guión durante todo el transcurso, con un Barcelona fallón que perdonaba la vida y un CSKA que no tuvo consistencia en todo el partido con su tiro, firmando una carta de 22 de 65 en tiros de campo que salvó como pudo con su gran facilidad y verticalidad en el rebote ofensivo.

El equipo blaugrana, supo adaptarse al estilo de juego del CSKA, que con su buen hacer en el rebote ofensivo no dejo correr al barça en todo el choque, algo que para Pascual es bueno "porque nos vendrá bien para la final". Así Pachoutin en rueda de prensa también dijo que la defensa del Barcelona les cerró muchas opciones, teniendo que optar en demasía por el juego exterior. Además la corta rotación se hizo notar mucho en el cansancio de sus jugadores más clave.

Como se podía prever en un arranque de una competición de esta envergadura los dos equipos comenzaban muy nerviosos, con muchas imprecisiones en su selección de tiro, más bien son tiros bien seleccionados, pero con un acierto bajo producto de los nervios. Así el Barça concedía muchas opciones en su rebote defensivo. El CSKA se mostraba más agresivo, entrando todos sus jugadores perfectamente al rebote en ambos lados, con mucha incidencia en el ofensivo.

El Barcelona seguía fallando sus ataques mientras el CSKA anotaba dos tiros abiertos de Khryapa y Langdon para dar la una ventaja de 7 puntos a los rusos. Los catalanes no veían ninguna vía clara de ataque, quedándose en dos puntos en cinco minutos, algo raro en el Barcelona que sigue cometiendo más errores en ataque.

Aún así a base de raza, más que juego los barcelonistas sacaron faltas, consiguiendo poner muy pronto con dos faltas a Siskauskas y Khyrapa. Los rusos se atascaron en ataque de forma extraordinaria, buscando en demasía a un Khryapa que tenía muchos problemas con la defensa al poste de Mickeal. Así, sin brillantez ofensiva, pero mucho trabajo, un mate de Vázquez ponía al Barcelona un punto arriba al final del primer cuarto a pesar del 2 de 13 en tiros de campo.

Los blaugrana encontraban el sentido que le querían dar a su juego, ya mucho más templados, aún así no conseguían subir sus porcentajes, no pudiéndose escapar en el marcador, sobre todo debido a que no tenían el control del rebote. La noticia buena es que seguían castigando fuertemente al CSKA con faltas, ya que mediado el segundo cuarto Khryapa se cobraba su tercera falta personal, pero el rebote y la carta de tiro estaban matando al Barcelona.

Navarro aparecía con un triple tras bloqueo mientras el CSKA se difuminaba sin la clarividencia de Siskauskas en pista. Seguían fallando demasiados tiros, pero intentaban buscar otro ritmo más rápido al partido y con un Ndong que encadenaba 6 puntos seguidos en su salida a pista conseguían ya una ventaja de 8 puntos al descanso a pesar del 8 de 30 en tiros de campo y los diez rebotes ofensivos concedidos.

El mismo guión

CSKA volvía tras el descanso con fuerza, lanzando con mucha puntería desde 6.25 vía Holden y Langdon. Pero Navarro y Ricky contestaban, además de sacar la cuarta falta a Khryapa. Langdon y Siskauskas intentaban echarse el equipo a las espaldas, el lituano como ya bien lo hizo en la semifinal del año pasado, aunque hoy mucho más fallón, pero sin conseguir demasiados resultados. Extasiado el exterior báltico, pidió el cambio.

El Barcelona mucho más sólido estaba perdonando la vida a un CSKA que se mantenía con respiración asistida gracias en gran parte a las segundas opciones que otorgaba a los rusos que manejaban una carta de tiro digna de un partido de minibasket.

Con seis puntos de ventaja afrontaba el cuarto definitivo el Regal Barça que comenzaba exactamente igual que el resto del partido, un CSKA que no paraba de fallar tiros y ganar la batalla del rebote ofensivo y el Barcelona que no remataba el choque.

Siskauskas anotaba un 2+1 imposible seguido de un contraataque de Ponkrashov que rompía un infinito bucle de errores y acercaba a tres puntos al conjunto rojo. Así Pascual con criterio volvía a meter en pista a un buen Ricky Rubio, que daba más balance en todos los aspectos al equipo.

La calidad saltaba a la palestra, Siskauskas y Navarro dejaban pinceladas, aunque, el mayor potencial del CSKA seguía en la verticalidad de sus jugadores atacando el rebote contrario. Con dicha medicina le replico Fran Vázquez para firmar tres puntos con un gran alley hoop con Ricky.

El equipo del ejército ruso aún no encontraba explicaciones para verse en partido con 21 de 63 en tiro, dicho momento en el que desaprovecharon una antideportiva y un tiro abierto clarísimo. Estaba claro que no era su día, siguieron perdonando hasta que Lorbek por fin decidió acabar con el partido con un triple desde la esquina a falta de un minuto. Ricky dio con un tiro desde la zona la puntilla.