El tapado. El equipo que había recortado su enorme presupuesto y se había quedado con tan solo una estrella, el Olympiacos de El Pireo es el nuevo campeón de la Euroliga. El campeón más increíble de los últimos años, aquel en el que absolutamente nadie confiaba es el nuevo rey de Europa. Un partido increíble que tenía dominado el CSKA, que ganaba de 19 en los últimos minutos del tercer cuarto y que a base de defensa y más velocidad –con mucha juventud en pista- remontó de forma inconmensurable para ponerse por encima por primera vez en 38 minutos en el último segundo. El MVP recayó en Spanoulis.
La tensión se notaba en el parquet desde el comienzo, tras dos acciones positivas rápidas de ambas escuadras era el físico y la defensa la que prevalecía sobre todas las cosas. Ambos cerraban sus zonas con candados y nadie encontraba la llave para abrirlos. Spanoulis golpeaba primero, para volver a intercalar errores en ambos lados –11 pérdidas entre ambos en 33 posesiones, entre ambos-. Fallo tras fallo, nadie se encontraba cómodo en ataque. El partido estaba donde lo quería el Olympiacos, impidiendo la velocidad y fluidez de ataque de los moscovitas.
A pesar de ello, los atenienses no eran capaces de beneficiarse de esto, ya que aunque CSKA anotaba con cuentagotas ellos no eran capaces de crear situaciones al verse anulado el juego de creación de un Spanoulis que iba al banquillo. El choque llegaba al final de los primeros diez minutos con un paupérrimo 10-7 a favor de los rusos firmando el peor cuarto en anotación en la historia de la Final Four de la Euroliga moderna.
CSKA lograba romper la cerrada e incómoda defensa del Olympiacos para endosar un 8-0 que le daba ya una ventaja importante. El partido era francamente horrible, aún así el mayor talento del CSKA se dejaba notar entre tanto estropicio. Teodosic anotaba tres triples seguidos que lanzaban al CSKA a 12 puntos de diferencia.
Los rusos se sentían cómodos, Teodosic creaba. Ivkovic tenía que cambiar la táctica, el equipo necesitaba más verticalidad y la encontraba por momentos con Spanoulis y Mantzaris en creación en 1×1 y 2×2. El talento del CSKA en un momento dejaba el partido al descanso en un 34-20.
Tras el descanso la cosa em Papanikolaou y Printezis pezaba de forma fulgurante, los dos equipos intentaban jugar más rápido, siendo capaces de anotar con cierta regularidad. Aún así el CSKA con Teodosic y un buen inicio de Krstic mantenían la ventaja e incluso la ampliaban a 14 tras triple de Khryapa. Kirilenko aparecía para subir la ventaja a 16. Los rusos dominaban el tiro, el rebote y forzaban muchos errores en el rival. En el conjunto griego tan solo habían anotado tres jugadores: Antic, Papanikolaou y Spanoulis en 28 minutos de partido. CSKA aceleraba, con baloncesto más rápido ante un rival herido de muerte y se iba a los 19 puntos de ventaja. Defensa y algo de velocidad daban cierto aire a un Olympiacos que llegaba a los últimos 10 minutos con 13 puntos de desventaja.
Olympiacos entraba en el partido en los dos primeros minutos del último cuarto con un rápido 0-8, que combinado con el final del tercer cuarto hacía un 0-14. El partido estaba en 5 puntos a 7 minutos del final. Esto venía con Mantzaris, Keselj y Sloukas liderando al equipo, paradójicamente con Spanoulis fuera. Siskauskas anotaba de dos, mientras el Olympiacos alternaba 4 ataques sin anotar. Printezis volvía a poner el partido en 5 puntos con 4 segundos por jugar. Un muy mal Teodosic en el segundo tiempo perdía el balón y Printezis volvía a sacar petróleo tras rebote ofensivo consiguiendo un 2+1 –aunque falló el adicional- cerrando el choque en 3 puntos. Krstic aseguraba desde la línea, Hines perdía el balón y Kirilenko anotaba una canasta enorme. Papanikolaou volvía después de tiempo a anotar, con un triple que bajaba otra vez a 4.
El partido estaba en un punto muy físico.cerraban el partido a 2 puntos con menos de un minuto. Teodosic fallaba, pero CSKA recuperaba el balón. Teodosic se iba a la línea de tiros libres con 19.6 segundos por jugar. El base serbio anotaba solo un tiro libre. El partido estaba en 3 puntos con posesión para los griegos. El mejor del Olympiacos esta noche, Papanikolaou, agarraba el balón para disparar pero le hacían falta.
10.1 segundos por jugar, el alero griego anotaba los dos –batiendo su record de anotación en Euroliga-. Los rusos tenían posesión y un punto de margen para intentar ganar el título. Siskauskas iba a línea y fallaba los dos. Olympiacos salía como una exhalación, Spanoulis penetraba y encontraba a Printezis –deshecho del Unicaja- para lanzar un semigancho con 0.7 segundos para el final que daba el título más increíble en años al Olympiacos.
Barcelona Regal firma la tercera plaza
Barcelona acabó la temporada en Euroliga tercero al vencer el partido que nadie quiere jugar al Panathinaikos. En un partido cuya intensidad fue creciendo a medida que pasaba el partido, aunque sin ser nunca demasiado intenso, el Barcelona lo dominó de principio a fin, primero con un gran Huertas y luego con algunos secundarios como Ingles o Wallace haciendo daño.
El primer tiempo fue completamente del Barcelona, que jugó fuera de las ataduras habituales del sistema de Pascual, más directos hacia el aro y con acierto exterior. Esto venía propiciado también por la lógica falta de tensión que conlleva un partido que Sarunas Jasikevicius –ausente hoy junto con Navarro– calificó como “innecesario”. Prueba de ello es el quinteto que sacó Obradovic con Calathes, Perperoglou, Logan, Smith y Vougioukas. Marcelinho estaba mágico, anotando 19 puntos en el primer tiempo y dando una ventaja al descanso de 11 puntos.
El Panathinaikos salió más tenso en el segundo tiempo y a pesar de dejar al Barcelona en 1 punto en 6 minutos, no fue capaz de recuperar la renta. Los triples de Kaimakoglou y Diamantidis los acercaban hasta los 4 puntos con menos de dos minutos por jugar. Pero la mala selección y el acierto del Barça en momentos clave le dieron el tercer puesto al conjunto catalán.
