Un verano más, el club de Sopot no ha reparado en gastos para confeccionar una plantilla llena de nombres pero que no acaba de convencer en los mentideros de la Euroliga.

Una de las decisiones que más revuelo causa es la de mantener al entrenador Eugeniusz Kijewski al frente del equipo. El técnico lleva desde el año 2000 en Sopot, y aunque ha ganado las últimas ediciones de la Liga Polaca, parece que este año las cosas no están marchando tan bien.

De momento, el Prokom ha sido derrotado en la Supercopa y sólo marcha tercero en la liga, empatado con Turow y Anwil Wloclawek y por detrás de los semidesconocidos Stal Ostrow y Polpak.

Con estos precedentes, el juego que mostraron en la jornada inaugural contra el CSKA y los problemas extradeportivos que parecen tener con algunos jugadores, el objetivo del técnico (“estar entre los ocho mejores equipos para meternos en cuartos“) parece demasiado ambicioso.

Herencia del año pasado

Además del técnico Eugeniusz Kijewski y su equipo, que incluye al ex-capitán del Prokom, Tomas Pacesas, se mantiene una pequeña base de jugadores que han sobrevivido a los movimientos del verano.

Los aleros Tomas Masiulis y Flip Dylewicz son los que más años llevan defendiendo la camiseta del equipo polaco. A sus 32 años, Masiulis es un ala pívot lituano que sale desde el banquillo para aportar su experiencia tras cinco campañas en el equipo.

El polaco Dylewicz , por su parte, es el jugador más representativo del club, ya que ha desarrollado toda su carrera en el Prokom y con ellos se ha convertido en uno de los mejores jugadores de su país. Destaca por su tiro de tres.

El tercer hombre más veterano sólo tiene un año de experiencia en la ciudad y es un viejo conocido de la ACB. Se trata de Dajuan Wagner se resignó a buscar un destino overseas después de no cuajar en ninguna de sus tentativas NBA y llegó a Europa. Demostró brevemente su velocidad, pero una lesión le ha llevado de vuelta a los Estados Unidos y le ha hecho perderse varios partidos.

Siguiendo por las alas, tenemos a un superclase con tendencia a la polémica: Milan Gurovic. El alero serbio será el referente exterior del equipo. Nadie duda de su calidad, pero con tanto nombre importante será complicado crear el ambiente de estabilidad que permita a Malatras dar lo mejor de sí mismo.

Le acompaña el griego Christos Harissis, que procede de un Olympiacos donde casi no tuvo sitio para demostrar sus dotes como escolta.

En la pintura destacan dos nuevos fichajes. Uno es el belga Tomas Van den Spiegel, que tras jugar dos años en el CSKA -y eso que llegó como sustituto temporal tras una lesión de Andersen– se ha hecho respetar en Europa y ha aumentado su caché considerablemente. Sus intimidación ya no es el único arma a temer.

El otro es el argentino y ex-Baskonia Ruben Wolkowyski. Se trata de un pívot capaz de rebotear y defender pero que tiene cierta tendencia a salirse fuera para lanzar desde más allá de los 6,25. Puede ser un jugador útil, pero sólo si se le asignan roles muy definidos.

Otras nuevas incorporaciones que vestirán de amarillo este año son el ala-pívot Piotr Stelmach, y los aleros Krzysztof Roszyk y Przemyslaw Zamojski, aunque están destinados a tener un papel más secundario como jugadores de rotación.

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