Han sido tiempos difíciles, pero gracias al buen trabajo la V ya está en Euroliga. El objetivo todavía no se ha alcanzado, puesto que sus aspiraciones este año no ascienden a conseguir el título, ni siquiera a estar en la Final Four, pero su mera presencia ya es un buen síntoma.

Ahora, con Pillastrini como nuevo entrenador y una renovadísima batería exterior cargada de dinamita, la Virtus de Bolonia aspira a asentarse y seguir creciendo. El Ave Fénix sigue con su recuperación.

Herencia del año pasado

Poco queda de la Virtus que el año pasado dirigía Zare Markowski. El base Fabio di Bella sigue en su papel de suplente, aportando unidad y experiencia al equipo de Bolonia en su tercer año vestido de negro. Le acompaña en el perímetro Brett Blizzard, un americano que no maravilló en su primera etapa italiana (el Montepaschi lo fichó con un contrato de cuatro años y tuvo que cederlo a Sicc Jesi de Lega Due), pero que a base de trabajo se ha ido ganando un sitio en Italia gracias a su capacidad anotadora y polivalencia. Actualmente está lesionado y acaba de renovar.

En el puesto de alero, el ex-jugador de Fuenlabrada y Gijón, Guilherme Giovannoni está alcanzando la madurez de su juego y provee de rebote y dureza a una línea exterior que sin él se antoja demasiado inestable. Otro alero que permanece es Andrea Michelori, aunque todavía no ha podido debutar, mientras que los jóvenes Michele Novi y Mateo da Ros buscarán de minutos en esta misma posición.

En el juego interior permanece un internacional Andrea Crosariol que partido a partido saca provecho de sus 210 intimidatorios centímetros. Aunque suele salir desde el baqnuillo, es uno de los hombres altos más importantes.

Los nuevos jugadores

Nuevos jugadores y nueva filosofía, ya que la Virtus ha cambiado de entrenador. Pillastrini apuesta por u nsistema agresivo y rápido basándose en su explosiva batería exterior.

Para dirigir el equipo se ha hecho con un base sin experiencia en Europa pero de calidad sobrada. Se trata de Will Conroy, el líder en asistencias de la D-League el año pasado, que acabó siendo llamado por Los Angeles Clippers para jugar en la NBA. El papel de Di Bella se antoja clave en su adaptación.

Le acompaña su compañero de los Tulsa 66ers, Alan Anderson, que ha maravillado en su primer partido de Euroliga, en el que anotó 28 puntos. Se trata de un anotador que ha jugado dos años en los Bobcats y que debería marcar diferencias en los partidos de la Virtus. Sin embargo, pronto será padre y es probable que se pierda el partido de esta semana.

Más anotadores exteriores, estos ya con experiencia en Europa son Dawarick Spencer y Delonte Holland. El primero hizo grande a Roanne en Francia y lo ha llevado a la Euroliga, pero tras dos años dominando en la ProA ha buscado un nuevo reto en Italia.

El segundo ya es un experto en Lega y ha demostrado su capacidad anotadora tras promediar más de 18 puntos en Teramo y más de 17 en Varese. Sin embargo, está sufirendo algunos problemas de adaptación -especialmente desavenencias con Pillastrini- y por ejemplo en el primer partido de Euroliga, contra el Zalgiris, estuvo apartado del equipo.

Completa el perímetro el ex-Reggio Calabria Federico Lestini, aunque todavía no ha podido demostrar su valía porque le está costando entrar en la rotación de Pillastrini.

Para la batería interior ha llegado el ex-Pamesa Roberto Chiazig. El pívot italiano es, con diferencia, el más veterano del equipo, y deberá aportar su experiencia en la alta competición para liderar a los nuevos valores. Además su entrenador tiene mucha confianza en él y es titular en el puesto de pívot.

Otros nuevo fichajes es Luca Garri, un cuatro de 2,07 con buena mano desde más allá de los 6,25 que viene de la Lottomatica Roma para abrir la zona de juego y liberar de tráfico la pintura.

El técnico tiene muy claro que ha llegado a un proyecto en crecimiento y no se marca metas inmediatas, sino a dos años -la duración de su contrato-. Su experienca en Euroliga con el Scavolini en 2002 le hace estar seguro de que el equipo tiene que perder partidos, así que en sus declaraciones acostumbra a quitar presión de sus jugadores con el objetivo de que se consoliden en la competición para sentar las bases de cara a futuros años.

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