Después del sonado fracaso del año pasado – si bien ganaron la liga griega y la copa griega-, cuando cayeron ante un Partizan que acabó jugando en Euroliga a un nivel extraordinario, los verdes, han reforzado su plantilla, a la par de mantener su esquema básico, con un solo objetivo para la temporada, recuperar el cetro que perdieron a manos del CSKA de Moscú.
La temporada solo rota en torno a este objetivo, y para ello vuelven a contar con una plantilla eterna, está vez con mayor equilibrio en un juego interior, que el año pasado fue un manchón, que una plantilla que aspira a todo no se puede permitir. Además, Obradovic, el entrenador más laureado de Europa maneja a una máquina que debe volver a engrasar sí de verdad quiere volver a lo más alto, y que no ocurra lo del año pasado, donde las grandes estrellas se solapaban, y el esquema de juego era de lo más previsible, algo indigno de un técnico con los galones y experiencia de Obradovic.
Herencia del pasado
La columna vertebral del equipo se mantiene intacta, habiéndose desecho de jugadores que apenas ya podían aportar como un Dejan Tomasevic que no pudo estar en forma en todo el año, el irregular Dimos Dikoudis, Andrija Zizic el atlético y tremendamente irregular Kennedy Winston, o un gran jugador que no contó con el apoyo del técnico como Sani Becirovic.
Continua un año más a pesar de todo, el gran capitán, Alvertis, un jugador que es un auténtico icono del club donde ha jugado toda su carrera. Su participación será escasa, pero su aportación, ahora ya casi siempre en el puesto de cuatro, siempre es interesante, por su carisma, por su juego oscuro, y por su lanzamiento de tres desde la esquina. 19 temporadas le avalan.
A parte, en el juego interior tan solo resisten, después de un año, en el que el juego interior fue una caricatura, Mike Batiste y Kostas Tsartsaris. Batiste es uno de lo hombres referencia en Europa, un lujo de jugador que físicamente es una bestia, y tiene un juego muy completo, con una combinación espectacular de juego de cara y de espaldas que pocos jugadores tienen en Europa. Tsartsaris, se puede decir que es un nuevo fichaje para esta temporada, ya que el año pasado no pudo jugar y el equipo notó de forma fundamental la baja de uno de los mejores interiores de Europa, y seguramente uno de los más infravalorados. Un 4-5, que puede hacer de todo en ataque, y que además es un defensor fantástico.
En la posición de base, el conjunto ateniense cuenta, con el gran talento y carisma de Saras Jasikevicius por segundo año consecutivo, tras una temporada de claros y oscuros, en la que no enseñó todo su talento, y además su defensa fue bastante floja. Compartiendo posición, aunque seguro que jugaran muchos minutos juntos, está Diamantidis, que no jugó el pasado año su mejor baloncesto, aunque seguro que este año, volverá a su gran juego defensivo y en ataque hará de todo un poco sin destacar demasiado en nada.
En un juego exterior con una polivalencia tremenda, nos encontramos a Vassilis Spanoulis, que puede intercambiar perfectamente las posiciones de base, escolta y alero, en un juego exterior, que combina piezas siempre en busca de cada jugador pueda generar juego, tanto, los interiores como los exteriores. Spanoulis volverá a ser la clave de este equipo. Un arma ofensiva implacable, que además de su potencia en penetración, agrega un tiro cada vez más mejorado y visión, además de defensa.
El veterano, y hasta favorito de Obradovic, Hatzivrettas verá disminuidos sus minutos de intensidad a favor de Perperoglou, nuevo niño favorito de Zeljko, que acabó la temporada pasada en una forma espectacular, y comienza esta siendo uno de los mejores de su equipo, con su juego total.
Los nuevos jugadores
El fichaje estrella de esta temporada, es el que el año pasado fue el verdugo del conjunto verde, un jugador al que no le tembló la mano a la hora de mandar fuera de la competición al que ya sabía que iba a ser su nuevo equipo, Nikola Pekovic. Pekovic, fue uno de los mejores jugadores del año pasado, una fuerza de la naturaleza, que sin ser técnicamente un fuera de serie, es un gran reboteador, y el jugador que mejor coge la posición en toda Europa.
En el juego interior le acompaña un jugador que le puede generar muchos espacios a Pekovic, el regreso de un jugador, que anteriormente fue rechazado por el propio Obradovic y que llega a casa tras unas buenas temporadas fuera de Atenas, Antonis Fotsis. El ex madridista llega en el momento más maduro de su carrera para dar todavía más versatilidad al juego del Panathinaikos, con su juego de cara, combinado con un buen juego de espaldas al aro y buen juego sin balón. Otro que regresa tras cesión es Sakota, también más maduro, pero conservando su excelente rango de tiro.
En el exterior llega, tras la mejor temporada de su carrera, Dusan Kecman, que desde la sombra hará un trabajo fundamental, aunque a parte de eso, sobre todo en defensa y rebote, puede ser una amenaza ofensiva, porque sabe hacer de todo bien. Drew Nicholas, llega a un equipo con mucho talento ofensivo, para no ser, por primera vez en su carrera la estrella de un equipo. Mucho talento anotador, que seguro que será de utilidad al conjunto verde, pero con la duda de cómo se acoplará a este papel. Verginis completa el plantel.
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