Después de realizar una primera fase espectacular, con un record de 12-2, el mejor de la competición junto con Unicaja, el Panathinaikos se complica la vida en la Euroliga tras perder en Treviso ante una excelente Benetton, con un excelso Andrea Bargnani (20+6), que supo parar en todo momento al ataque de los atenienses, consistente en gran parte en sacar ventaja de las penetraciones. El equipo de Obradovic llegó a obcecarse en esta forma de juego y salió derrotado merecidamente del Palaverde, como bien reconoce Obradovic, “No supimos leer nada bien el ataque, erramos muchos pases, y solo conseguimos dar 7 asistencias y no recuerdo un número tan bajo en un partido nuestro”.

El equipo de Obradovic no encuentra la exitosa fórmula que le convirtió después de catorce partidos en el gran candidato al título. Obradovic no logra dar con esta forma de juego y ahora cree que “estamos jugando muy mal”.

A pesar de todo esto el equipo ateniense estuvo en partido hasta el último minuto. El Benetton pudo finiquitar el partido cuando faltaba algo menos de tres minutos con una recuperación de Soragna que intentó un absurdo alley-hoop con Goree, y propició la reacción de los atenienses con un parcial 2-6, que puso les colocó a dos puntos y algo más de dos minutos por jugar. A pesar de esto Benetton supo jugar mejor los últimos minutos ante un Panathinaikos irreconocible y se llevaron una importante victoria ante el que David Blatt considera como “el mejor equipo de Europa, de largo”.

En este mismo grupo, Cibona vuelve a ganar al otro favorito del grupo, después de hacerlo la semana pasada ante el Panathinaikos, y se coloca primero con 2 y 0 derrotas. James “Scoonie” Penn volvió a salirse, y cuando él hace partidos como este, su equipo tiene mucho ganado.

La Cibona de Zagreb, un conjunto que mezcla partidos extraordinarios con partidos muy malos, sin punto intermedio, se ha convertido en la bestia negra del Efes Pilsen, al ganarle este año los tres partidos disputados entre ambos.

En el otro partido de la jornada, el que se disputó en Lituania entre el Lietuvos Rytas y el Bamberg, el conjunto lituano ganó sin dificultades, controlando muy bien el partido durante todo su desarrollo.