La última jornada de la Euroliga propició que se cumplieran todos los condicionantes para que el Winterthur Barcelona y el Real Madrid se enfrenten a partir de la próxima semana en los cuartos de final para pugnar por un puesto en la Final Four de Praga.

El Real Madrid, que no contó con Louis Bullock debido a un proceso de grastroenteritis, dominó el encuentro hasta que su defensa se vino abajo en el último cuarto y el poder de Watson en el aro atacante, el poderío físico del Climamio y el calor de la grada de Bolonia hizo que los blancos naufragaran en su intento por conseguir el primer puesto del grupo.

Si el Madrid hubiera conseguido esta primera plaza se habría enfrentado con el Olympiacos y, sobre todo, habría conseguido el factor cancha, una clave fundamental en los enfrentamientos de cuartos (al mejor de tres partidos). Felipe Reyes dijo al final del encuentro que “lo único que cambia de quedar primeros a segundos es tener el factor cancha en contra, nos podríamos haber enfrentado al Olympiacos pero no importa, jugar contra el Barça significa jugar contra un rival al que conocemos bien“.

Por su parte, el Winterthur Barcelona no aprovechó la oportunidad de ser el único equipo invicto en el Top-16 de la Euroliga y cayó en el Palau ante el Unicaja por 60 a 73. Dusko Ivanovic decía que “el partido no era importante para la clasificación pero sí para la imagen del Barcelona, y el primer cuarto fue horrible. Creo que fue por mi culpa porque quise intentar cosas nuevas con jugadores que no juegan mucho“.

Rodrigo de la Fuente, por su parte, encontraba dos ventajas en el hecho de jugar contra el Madrid, la primera: “Nos ahorramos el largo viaje a Tel-Aviv“, y la segunda: “Al Palau le gustan estos duelos y en los momentos difíciles la afición estará de nuestro lado“.

El juego de los dos equipos ha ido mejorando progresivamente a lo largo de la temporada, aunque el Barcelona siempre ha parecido estar un escalón por encima de los blancos, especialmente en el apartado ofensivo, donde el conjunto entrenado pro Boza Maljkovic ha sufrido mucho cuando Rakocevic no estaba bien físicamente y la responsabilidad ofensiva recaía sólo en Bullock.

Tras los fichajes de Josh Fisher y Alex Scales, Boza ha podido instaurar su juego basado en la asfixia del rival merced a una defensa muy intensa en el perímetro retroalimentada gracias con rotaciones entre jugadores que deben entregarse en su propio lado de la cancha. Un ejemplo de esto es Mous Sonko, capaz de secar literalmente a la promesa italiana Marco Belinelli en el primer cuarto del partido ante el Climamio.

En ataque, Bullock y Rakocevic asumen la mayor parte de la responsabilidad de cara a los lanzamientos, aunque Hervelle (ampliando el campo gracias a su mejorada capacidad de tiro de tres en estático) y Felipe Reyes son importantes para el ataque posicional, aportando factores que van más allá de la lucha y capacidad atlética (y con ello taponadora y reboteadora) de Venson Hamilton. Últimamente Sonseca está contando con más minutos y podría ser un factor añadido importante.

El Winterthur Barcelona, por su parte, buscará la venganza ante un Real Madrid que ya consiguió imponer su juego en los cuartos de final de la Copa del Rey y que practica un juego que le viene muy mal a las ideas del entrenador Dusko Ivanovic (que ya perdió el año pasado la final de la Liga ante su maestro Boza Maljkovic).

Será fundamental la aportación ofensiva de la estrella blaugrana Juan Carlos Navarro, así como la adecuación de Shammond Williams a las exigencias de su entrenador y el poder recuperar cuanto antes a tres jugadores lesionados: Marvis Thornton, importante para crear desequilibrios y postear ante marcadores más pequeños, Ed Cota, que estaba consiguiendo poner un contrapunto a la forma de jugar de Williams, y Gianluca Basile, lesionado en uno de los momentos más dulces de su primer año como barcelonista.

Este cruce de cuartos asegura que habrá presencia española en Praga, y de alguna manera hace que ambos equipos lleguen en igualdad de condiciones al punto más importante de los caminos que conducen a la capital checa, puesto que los equipos extranjeros como PAO o CSKA contarán con jornada de descanso en sus respectivas ligas para preparar los choques de la élite europea.

Las otras previas
Maccabi de Tel Aviv – Olympiacos
Panathinaikos Athens vs Tau Cerámica Baskonia
CSKA Moscow vs Efes Pilsen Istambul