El Tau Baskonia dio un duro golpe en la mesa; un serio aviso al equipo de Gershon que entre sus numerosas estrategias, daba al Baskonia como favorito para “pasarles la presión”. El equipo vitoriano, se desentendió de todas las triquiñuelas plantadas por el técnico hebreo, tales como, pasarle la presión al rival, intentar desestabilizar a Prigioni y a los interiores, -sobre todo a Scola-… Los vitorianos apelaron al mágico espíritu de las noches de Euroliga en el Buesa Arena, con una defensa soberbia, en ocasiones rozando la perfección, con ayudas milimétricas, permitiendo a los vitorianos robar muchos balones y poder correr. Además, el ambiente fue excepcional, el público, llevó en volandas al equipo hasta una victoria por 84 a 59.

El Baskonia empezó el partido a tirones, basando su enorme victoria a través de la defensa, ya que en ataque no tenía la clarividencia necesaria para anotar de forma continuada, algo que no ocurrió hasta el tercer cuarto. Los griegos no podían, con la defensa de los vitorianos, y Gershon, intentaba todo tipo de variantes ofensivas para poder anotar, como meter Macijauskas a los ocho minutos de partido, tras ocho meses fuera de las canchas, o a Schortsianitis para conseguir una ventaja importante en la zona, pero en esta ocasión, “Big Sofo” no consiguió convertirse en el rey de la zona.

El Tau no estaba fino en ataque, algo que remarcó de forma constante Gershon en rueda de prensa, diciendo que “el Tau solo anotó un 41% en los tiros de campo, cualquier otro día, con ese porcentaje, nunca nos pueden ganar. Creo que no podíamos haber encontrado una mejor opción que la de hoy para ganar al Tau”. En respuesta a esta estrategia del técnico hebreo, para conseguir un gran ambiente en El Pireo, donde, no creen en su equipo, decir, que el Olympiacos, perdió el doble de balones, y que sus buques insignia, Acker y Penn, estuvieron muy flojos, al igual que Domercant, -que maquilló sus números con el partido roto-, y Macijauskas, que no anotaba, y que paradójicamente salía con una tarea más defensiva que ofensiva. Además el Baskonia mejoró mucho en el segundo tiempo en la faceta ofensiva, y siguiendo con el magnífico trabajo defensivo, encontrando siempre soluciones en ataque: primero con un Rakocevic majestuoso, ganando el partido con 24 puntos en 17 minutos, luego con Planinic y Teletovic, – grandísimo partido el del Bosnio-, y también con el siempre intenso Fred House.

PAO rompe, Obradovic dosifica

El Panathinaikos sirvió el mismo esquema, que los otros dos grandes favoritos, – CSKA y Tau-, para doblegar a su rival, el Dynamo de Moscú, y ese fue la defensa. Y es que estos tres grandes equipos dejaron a sus rivales en 58, 58 y 59 puntos. Tres grandes maestros, tres grandes victorias.

Los de Obradovic, plantearon una defensa soberbia durante tres cuartos, para destrozar a un Dynamo de Moscú que no encontró a sus dos pilares, Fotsis, -el héroe del pase a cuartos-, y Papadopoulos, no encontrando así ningún tipo de recurso ofensivo, y no pudiendo parar en defensa, al interminable arsenal de recursos ofensivos de los helenos. Tomasevic, nos habla de que su principal estrategia era “desactivar a Fotsis y Papadopoulos, algo que hicimos, ya que solo anotaron dos tiros de campo”.

Tras romper el partido, en el primer cuarto, Obradovic, decidió rotar para tener a sus jugadores frescos para el próximo partido, que disputarán ambos equipos en 48 horas. Así los helenos repartieron mucho su aportación entre doce hombres, con los minutos muy repartidos, destacando la actuación de los exteriores Sani Becirovic y Ramunas Siskauskas. Al final, Panathinaikos 80, Dynamo 58.