La tercera… y ya saben lo que dicen: a la tercera la vencida. El Baskonia se sobrepuso a las adversidades en el Pireo, ante un Olympiacos que salió con mucha fuerza, recuperando a los desaparecidos en Vitoria en ataque, como Penn y Acker, y apretando muy fuerte en defensa, sobre todo a los interiores y a Igor Rakocevic.

Empezaba mal el partido, pero, solo había trascurrido un cuarto, y el equipo de Maljkovic estaba seguro de poder sobreponerse a los elementos para dominar, convencer y ganar el billete para Atenas.

Excepcional el trabajo de los dos interiores, Tiago Splitter y Luis Scola, el primero dando fuerzas al equipo para remontar el partido, y el segundo para destrozar el partido en el tercer cuarto. A partir de ahí el Olympiacos, lo intentó, sin mucho convicción, pero lo intentó, haciendo faltas durante el último minuto alargando en demasía el partido, con la inestimable ayuda de los árbitros,- extremadamente caseros en el segundo tiempo-, para terminar cerrando el partido con dos tiros libres de Igor Rakocevic que poniendo el 89-95 definitivo, cerraba el pase a la tercera Final Four.

Cerramos el capítulo Baskonista con una frase de Maljkovic: “Las estadísticas son como el bikini en la playa, se ve algo pero no se ve la escena completa ”, en referencia al excelso partido de Serkan Erdogan y de Sergi Vidal.

El PAO fusila por la vía rápida

El Panathinaikos ha sido el primer equipo en lograr el pase para la Final Four, al conseguir derrotar al Dynamo de Moscú en un vacío Krilatskoe, cancha en la que solo había ganado el Tau esta temporada. La tarea no fue tan difícil como da a entender el marcador, y es que los griegos, fueron siempre por delante en el marcador, y dando la sensación de que el partido lo tenían perfectamente controlado, ya que cuando el Dynamo ejecutaba un par de acciones ofensivas positivas, el conjunto de Obradovic rotaba bien el balón para encontrar situaciones fáciles que le permitían estar haciendo constantemente la goma.

El mejor jugador de los helenos fue sin duda Ramunas Siskauskas, un jugador que después de tener muchos problemas en su adaptación y de lesiones, ha crecido de forma exponencial, para convertirse en uno de los líderes del equipo. Hoy hizo despegar a su equipo en un tercer cuarto sensacional, sobre todo desde la línea de tres puntos, encadenando tres triples sin fallo, prácticamente seguidos. Hoy Obradovic volvió a rotar mucho el banquillo, buscando siempre la máxima intensidad, ante la débil línea exterior de los rusos, y para intentar frenar de nuevo al dúo Fotsis- Papadopoulos, este último que consiguió en las dobles, triples e incluso cuádruples defensas sobre él, doblar balones para tiros cómodos para sus exteriores que llegaron a lanzar 30 triples.

Además, los griegos volvieron a dominar con contundencia el apartado reboteador, algo que también fue clave en Grecia. En definitiva, el gran favorito, y equipo local, ya está en su Final Four.