España volvió a imponer su defensa y su juego coral para llevarse el bronce con claridad ante Turquía. Italia se hizo con el Oro al vencer a República Checa con un gran partido de Iliana Panzera (11 puntos, 12 rebotes y 22 de valoración) y bien apoyada por Nasraoui, Natali, Spinelli y Balossi. Caterina Gilli estuvo más discreta después de su exhibición ante las españolas.
TURQUÍA 47-64 ESPAÑA
Después del varapalo anímico que supuso la derrota ante una Italia que fue superior gracias a una gran Gilli, pero que solo consiguió derrotar a las nuestras al no entrar el último tiro, España se repuso y volvió a imponer un ritmo defensivo brutal para llevarse el bronce.
En el primer cuarto las españolas dejaron a su rival en 10 puntos, y en el último cuando tocaba dar el do de pecho las dejaron en unos pírricos 7. Volvió el juego coral con hasta 4 jugadoras por encima de la decena de valoración, destacando a Mama Dembele, que domina con su físico los partidos desde la posición de base y que solo tiene que mejorar en su faceta anotadora. Con solo 4 puntos logró se la más valorada con 16, gracias a sus 5 rebotes, 8 asistencias y 5 recuperaciones. Begoña De Santiago y Marta Suárez fueron las máximas anotadoras con 12 puntos y Marta García rondó el doble doble con 9 puntos y 9 rebotes.
España cierra un gran torneo en el que solo tuvieron un mal día y, que si su último tiro de semifinales hubiera entrado, estaríamos hablando de una medalla de otro color. Suman una medalla más a la cantera femenina y sobre todo la sensación de que estamos ante una gran generación que nos dará muchos éxitos.