Comienza la larga cuenta atrás del curso 2023 de la WNBA y lo ha hecho con el sorteo de la lotería del Draft que recayó en Indiana Fever. Un Draft que se celebrará el próximo mes de abril, tras finalizar el curso universitario en Estados Unidos, contando las semanas para el inicio en mayo y con un nombre sobresaliendo por encima del resto: Aliyah Boston.
Indiana Fever tenía las posibilidades más altas de obtener el pick uno, tras la negativa temporada pasada, ocupando la última posición y cosechando derrotas, viendo como Lynx elegirá en segunda posición y Atlanta Dream se hace con la tercera. Las afortunadas del estado de Indiana, tuvieron a Kelsey Mitchell en la posición 2 del Draft de 2018 y NaLyssa Smith en el pick 2 del Draft del año pasado, pero desde la época de Tamika Catchings, Fever no pisa playoffs.
La franquicia de Indianápolis elegirá con toda seguridad a Aliyah Boston de South Carolina. Es la jugadora necesaria y con más talento para dar ese paso adelante junto a NaLyssa. Campeona de la NCAA y mejor jugadora universitaria, puede dar sin problemas el salto a la WNBA y ser élite de la liga. Gran juego de pies, bidireccional, pero con un enorme potencial en defensa que la pueden convertir en una de las mejores al poco tiempo de su aterrizaje. Boston domina con su poder físico, dotada de gran movilidad, puede ser una de las grandes joyas de la futura WNBA. La pívot dominó el curso pasado la NCAA con 16,8 puntos y 15 rebotes, llevando a South Carolina a un título que no conseguía desde hacía cinco años.
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La elección de Christie Sides como entrenadora jefe de Fever favorece y ayuda el juego de Aliyah Boston, ya que es una entrenadora muy enfocada en el aspecto defensivo. Sides fue asistente en Dream hasta el año pasado, pero conoce Indiana Fever tras su paso hace unos años como entrenadora asistente. Fever tiene un balance de 11-57 en los dos últimos años.
Minnesota Lynx, ya sin Sylvia Fowles retirada, comienza una reconstrucción importante, tras años de éxito continuo. Se perdieron playoffs por primera vez desde 2010, y en este nuevo paso será mejor si eligen a Haley Jones de Stanford, creadora de juego de élite, llegando a ser una de las mejores escoltas en el futuro de la liga. Sin llegar a comparar, Haley puede tener en el horizonte a jugadores míticas como Moore o Augustus, que fueron líderes en campeonatos en Minnesota.
En tercer lugar, saldrá Atlanta Dream, que tras el pick one de Rhyne Howard el año pasado, ahora jugando la temporada baja en Famila Schio junto a Ndour y disputando Euroleague, se encaminan a Rickea Jackson de la universidad de Tennessee. Gran anotadora y jugadora dinámica en el poste, viendo que si juega como lo hizo en Mississippi y lo hace ahora en las Lady Vols, puede ocupar ese pick alto del futuro Draft, sino entraría en escena la base Diamond Miller de Maryland, pero su potencial se ve empañado por continuas lesiones en la universidad.
Un Draft de 2023 que puede tener presencia española, ya que la jugadora de Hozono Global Jairis, Claudia Contell, se le proyecta ya en segunda ronda del Draft, con el pick que oscila entre el 20-23. La base valenciana, con contrato hasta 2026 por Valencia Basket fue cedida en verano al equipo de Alcantarilla. En el partido de ayer domingo ante Tenerife, Contell disputó 24 minutos con 11 puntos y seis rebotes, dejando promedios en este inicio de curso de 7 puntos y tres rebotes en 16 minutos de juego.
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