Valencia Basket saltó al parqué con la intención de sacar la ventaja deseada de cara a la vuelta en Kazán. Como Velimir Perasovic afirmó, quien impusiera su estilo multiplicaría sus opciones y sus jugadores recibieron el mensaje a la perfección. Con una defensa fuerte, Valencia Basket comenzó a tomar las primeras ventajas gracias a un Justin Doellman inspirado (12 puntos en 9 minutos). El equipo taronja había encontrado un filón que no iba a desperdiciar.
Mientras, Unics Kazan buscaba la forma de entrar en partido, pero solo Luke Harangody era capaz de romper la telaraña y sumar puntos. Pero el problema de Unics estaba en la defensa. Doellman seguía sumando y nadie era capaz de pararlo. Andrea Trinchieri empezaba a echar de menos a Kostas Kaimakoglou, que no llegó a tiempo para el partido. Pero sobre todo echaba de menos a su hombre. Andrew Goudelock no estaca acertado y terminó el primer cuarto con 0 puntos y -5 de valoración (27-12).
Tras el primer cuarto, Valencia Basket mantuvo el ritmo anotador de los primeros minutos. Un parcial de 12-3 con cuatro triples taronja daban la máxima diferencia a favor de los locales (+24). Unics Kazan debía entrar ya al partido si no quería pensar muy pronto en la vuelta. Y se asentó en el juego con un parcial de 0-8. Andrew Goudelock anotaba sus primeros puntos y lideraba una pequeña reacción rusa. Valencia Basket ya no encontraba los puntos de forma cómoda y Velimir Perasovic tuvo que parar el partido.
Con los dos equipos en bonus, Valencia Basket pudo sumar de uno en uno y evitar que la reacción rusa fuera a más. Pudo mantener la diferencia en los 20 puntos para afrontar el descanso con las mismas sensaciones que en el primer cuarto (49-27). Justin Doellman continuó su particular exhibición con 19 puntos y 22 de valoración en 14 minutos. En Unics Kazan, Andrew Goudelock mejoraba sus números con 5 puntos y 7 de valoración.
Tras el descanso, el equipo taronja continuó aumentando la distancia. Se repitió la misma historia que en el inicio con un parcial de 5-0 que rompía Harangody. Pero el jugador que mantenía vivo a Unics Kazan cometió una falta antideportiva y permitió a Valencia Basket alcanzar la máxima diferencia. El resultado reflejaba las sensaciones de uno y otro. Mientras los valencianos bailaban al ritmo de Doellman, Unics Kazan no encontraba la forma de entrar. Tan desconectado estaba el equipo ruso que Andrew Goudelock tuvo que dejar el partido tras cometer su tercera falta aderezada con una técnica.
Como ocurrió en el segundo cuarto, Unics Kazan recuperó terreno con un pequeño parcial de 0-5 que obligó a Perasovic a parar el partido, pero Pau Ribas contestó con cuatro puntos seguidos y devolvía la diferencia a +30 (74-44). Todo era felicidad en la Fonteta, que acariciaba la Eurocup con los dedos, pero todo cambió en el último cuarto.
Los hombres de Andrea Trinchieri sacaron su orgullo y sorprendieron a un Valencia Basket que dejó de anotar. Justin Doellman se quedó clavado en los 28 puntos y nadie tomaba el testigo del norteamericano. Todo lo contrario para Unics Kazan. Veremeenko seguía haciéndose grande en la pintura y Chuck Eidson continuaba tomando la responsabilidad. Poco a poco, la diferencia fue reduciéndose. El técnico de Unics vio que sus jugadores estaban siendo superiores y devolvió a Goudelock a pista.
Fue el propio Goudelock quien bajó la diferencia de los 20 puntos con una gran penetración. El parcial del último cuarto era sonrojante para Valencia Basket, que solo anotó 6 puntos. Y el final de partido, peor. Los taronja concedieron dos rebotes ofensivos para que Harangody acabara anotando y perdió el balón en la posesión final. El propio Harangody lo recuperó para machacar y dejar la diferencia definitiva en 13 puntos (80-67).
El parcial final fue de 6-23 para Unics Kazan. Valencia Basket había ganado, pero la sensación que quedaba por la Fuente de San Luis era la de que se había perdido una oportunidad de oro. Con el gran trabajo de Unics Kazan en el cuarto definitivo todo queda abierto para la vuelta.