El Maccabi de Tel-Aviv siempre ha sido un equipo “diferente”, quizás por jugar en Europa cuando su ubicación geográfica lo sitúa en el continente asiático, quizás por motivos religiosos, o quizás, simplemente, porque cuentan como entrenador con un animal mediático capaz de generar por sí mismo páginas y páginas de información.

El pasado jueves el Maccabi ganó su partido contra el Efes en Tel-Aviv, recuperó el basket-average y se puso primero de su grupo de Euroliga. Sin embargo, Pini Gershon no estuvo nada conforme con el juego desarrollado por su equipo, y realizó unas declaraciones que no tienen desperdicio.

Una de dos, tenemos jugadores estúpidos o el entrenador es estúpido“, dijo dejando claro con su tono que la primera opción era la correcta. Gershon no estaba satisfecho con el resultado, “creo que somos mucho mejores que el Efes, más de lo que demuestran los siete puntos de diferencia“, y en el descanso, al que el Efes llegó con cuatro puntos de ventaja, se desbordó la ira del entrenador: “Me he vuelto loco, he gritados a mis jugadores como nunca antes lo había hecho, me desquician“.

Pini no está contento con la temporada de su equipo desde el principio, porque el juego que realizan no recuerda el del año pasado, “necesitamos mejorar nuestro baloncesto y no podemos conseguirlo sin inteligencia, no creo que mis jugadores tengan que jugar mejor, creo que deben jugar con más inteligencia“, y es que ve complicado repetir el título que han conseguido en los dos últimos años, “queremos llegar a Praga y necesitamos mejorar nuestro juego porque no somos el equipo con más talento“.

Quien conoce a este judío de pelo blanco no se sorprende excesivamente de las declaraciones del entrenador y no le dan mucha importancia, sin embargo Gershon sabía que había obrado mal en el descanso y al finalizar el partido no fue a los vestuarios: “Tenía miedo de que mis jugadores, que son más fuertes que yo, me pegaran, algún día pagaré por los tacos que les suelto“.

Sharp, el más veterano de la plantilla, resumía así las palabras que les dijo su técnico: “Pini habló de nuestros padres y nuestras madres“, mientras que Anthony Parker, que está volviendo a brillar en las últimas jornadas se ciño a comentar los aspectos deportivos desde un punto de vista diferente al de su técnico: “La diferencia entre las dos partes fue que en la primera al Efes le entraron los tiros y en la segunda no“.