“Espero que el Maccabi respete mis deseos…” Así comenzaba su elocución el entrenador Pini Gershon, una vez derrotado por otro maestro en los banquillos, Ettore Messina. “Tomé esta decisión antes de la Final Four, quiero irme a descansar“.
A lo largo de la temporada, el técnico hebreo ya había anunciado entre bromas y enfados que no seguiría al final de la presente temporada. Nadie se lo creía, puesto que todos los años, llegando a las fechas cercanas a la Final Four, dejaba caer mensajes para que la intriga acerca de su continuidad hiciera acto de presencia.
“Éste año tomaré la decisión por mi mismo, no tendré que consultar con mi madre“, declaraba en la entrevista oficial previa a la Final de Praga, y es que la figura materna es esencial en la vida de este entrenador, peculiar donde los haya.
Sin embargo, Gershon no podrá dejar nunca el baloncesto por completo. De hecho, de sus palabras se puede extraer que no es más que una retirada temporal. “No quiero entrenar durante los próximos dos o tres años“.
Además, también dice pensar en los intereses de su equipo, el Maccabi de Tel Aviv: “El Maccabi necesita comenzar de nuevo, con un nuevo entrenador durante algunos años, No tengo las fuerzas suficientes para seguir más tiempo“.