La vereda serpenteaba entre viñedos y olivares. Alrededor, el silencio de la Naturaleza te atrapaba. Valles de bosques negros, cuevas y todo aderezado con el paso de la historia de más de 30 Siglos.

Caía la tarde y un niño de unos 7 años correteaba de camino a casa. Jugaba a imaginarse que era jugador de baloncesto. Era Gianluca Basile que volvía a casa.

Basile nació el 24 de enero de 1975 en Ruvo di Puglia, provincia de Bari en el sur de Italia. Su primer encuentro con el baloncesto fue de una manera casual.

Estudió en el Instituto Salesiano Don Bosco de su ciudad natal. “El colegio decidió llamar a un profesor externo para las clases de educación física. Se llamaba Biagio Di Gioia, quien además de ser profesor, jugaba baloncesto en el AS Ruvo. Él nos enseñó a jugar a este maravilloso deporte y enseguida me enamoré de él. Regresaba todos los días a casa a pie. El kilómetro que separaba la escuela de mi casa, todo el camino simulaba la acción de tiro”.

El niño Basile fue creciendo y dio paso al joven Gianluca. Él mismo intentó esquivar su propio destino. Durante dos años dejó de practicar el baloncesto para dedicarse a jugar fútbol. Basile es un enamorado de este deporte, le gusta el catenaccio y por eso jugaba de defensa. “Debía esforzarme mucho para jugar bien al fútbol. En cambio con el baloncesto jugaba de manera natural. Pasé 2 años jugando al fútbol, es por eso que debuté tan tarde en el baloncesto”.

Primera parada en Reggio Emilia.

  • Me han dicho que hacen pruebas para jugar en Reggiana.
  • Sí, ya lo sé- contestó Basile a su buen amigo Richard Chieco.
  • ¿No vas a ir?

Gianluca fue a probar y se quedó. Fue el propio entrenador del equipo, Virginio Bernardi quien le llamó para hacer las pruebas físicas, que Gianluca las superó con amplio margen. Basile tenía 18 años y Reggio Emilia iba a ser su primera parada en su recorrido profesional en el mundo de la canasta. Estuvo 2 años jugando en las categorías no profesionales del equipo hasta que la temporada 1996-97 debutó con el primer equipo del Pallacanestro Reggiana.

Jugó 3 temporadas en las que conoció varias versiones de este deporte. Comenzó jugando en la serie A2 de la liga italiana. Aquella temporada lograron ascender a la serie A1, la liga similar a la ACB. Su segunda temporada estuvo repleta de éxitos. Quedaron en un histórico cuarto puesto en la LEGA, lo que le dieron derechos para jugar los Play Off por el título y la siguiente temporada jugaron por primera vez la Copa Korac.

La evolución de Ginluca Basile durante esas 3 temporadas fue espectacular. El propio Ettore Messina comentó: Basile ha dado un salto de calidad increíble. Comenzó que parecía un ectoplasma y ha mejorado mucho. Va a llegar lejos.

Para culminar primera etapa como profesional, aquel último verano del milenio recibe la llamada de su selección para jugar el Eurobasket. Después de 16 años Italia gana el europeo con un equipo con mucho futuro y con muchas sensaciones revividas en una afición azzurra con muchos años de espera. “Aquel europeo no lo olvidaré nunca. No sólo por el resultado. Diez días antes de comenzar la competición nació mi hija mayor Alessia. Lo que ocurrió en Paris´99 fue algo increíble. La generación del 74 y 75 no teníamos el talento de selecciones anteriores, pero teníamos un gran esfuerzo de sacrificio y un gran corazón”.

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Segunda gran etapa con Fortitudo de Bologna

Bolonia se convirtió en el segundo hogar de Gianluca Basile. Con el Fortitudo ganó 2 Ligas y 2 Supercopas (los años 2000 y 2005), y llegó a la final de la Euroliga en 2004 donde perdieron frente al Maccabi. “Debuté el 7 de febrero del 99 con un derbi frente a la Virtus de Ettore Mesina. Nos fue muy bien, ya que le ganamos en su propia casa”.

Además de ser un éxito su etapa en el Fortitudo a nivel grupal, en lo personal logró hitos muy importantes en su carrera profesional. Llegó a mitad de temporada y terminó su etapa en el Fortitudo como capitán del equipo. En 2004 fue el MVP de la LEGA aunque su espina clavada es no poder haber ganado el campeonato. Pero enseguida se pudo resarcir, ya que lo lograron al año siguiente y para él llegó con premio esa celebración, ya que fue el MVP de las finales.

Gianluca Basile intenta la penetración a canasta (Foto cortesía Legabasket)

Durante los veranos era un fijo en las convocatorias de su selección. En 2003 lograron el bronce en el Eurobasket de Suecia. El verano siguiente tocaba Olimpiada en Atenas, una fecha marcada en rojo para Basile y sus compañeros. “No me preguntes cómo diablos ganamos la medalla de plata en esas Olimpiadas. Todavía hoy día me lo pregunto, no sé cómo explicarlo. Ya nos habíamos estrenado con la selección ganando dos medallas, pero jugar una final olímpica es otra cosa muy difícil de explicar”.

También tuvo tiempo para ser padre por segunda vez. De otra niña que se llamaría Manuela. Aunque dentro de él había algo muy difícil de explicar. “Quiero a mis hijas con locura. Pero debo reconocer que antes de nacer mi primera hija Alessia, quería que fuese chico para un día poder enfrentarme a él o bien jugar en su mismo equipo. Esas locas cosas que pensamos los padres. Ahora pienso que quizá un día pueda ser el entrenador de cualquiera de ellas”.

Seis años en Barcelona

¿Quién es?

¡Bongiorno!– contestaron al otro lado del hilo telefónico en un italiano algo forzado.

¡Bongiorno!– respondió Basile.

-Soy Zoran Savic. Nos gustaría hablar contigo. ¿Cuándo podrías venir?

Zoran Savic fue uno de los jugadores de la antigua Yugoslavia más significativos. Además de en su país jugó en Italia, Grecia y también en la ACB. Ganó 2 Copas de Europa con la Jugoplástika, 1 Euroliga con el Kinder de Bolonia y 1 ACB con el Barcelona. Al terminar su etapa como jugador inició su carrera como Secretario Técnico. Lo hizo en Italia con el Climamio de Bolonia desde 2002 hasta 2005. Fue ese verano cuando fue nombrado Director Técnico del Barcelona. El equipo buscaba un escolta y Savic conocía a la perfección el juego y las posibilidades de Basile. Se pusieron en contacto y la relación duró 6 largos años.

Si hay una frase que resuma la etapa de Basile en el Barcelona puede ser esta dicha por él mismo: “Fueron seis años maravillosos que nunca olvidaré”.

Llegó en la temporada 2005-06 con un contrato de 3 años, en los que tan sólo ganaron la Copa´07. Pero para Gianluca fue especial porque era la primera vez que ganaba una copa, ya que en su etapa en Italia no lo había logrado. “ Con Dusko Ivanovic enseguida entendí cuál era mi función principal en el equipo: Defensa, defensa, defensa. Si no sabías defender, no jugabas. Todos los jugadores teníamos que estar volcados en esta función. Sólo Navarro se libraba de esto, aunque tuvo que adaptar su juego a ello”.

Su segunda parte en Barcelona ya con Xavi Pascual fue más exitosa. Firmó por 2 temporadas más y al final de la 2009-10 prorrogó su contrato por un año más. Aquí llegaron los esperados triunfos que Basile como buen italiano y competidor ansiaba desde lo más profundo de sus sentimientos. Logró 2 Supercopas (2009 y 2010), otras 2 Copas (2010 y 2011), 2 ligas ACB (2009 y 2011) y por encima de todo la Euroliga de París, otra vez París, en el año 2010.

Gianluca Basile el mandarineri o el inventor del tiro ignorante. “Lo de mandarineri es porque así se llama en Italia al lanzador de los tiros de tres puntos. Y lo del tiro ignorante quiere decir tiro imposible”. Basile era un gran lanzador desde más allá de la línea de 3 puntos, al igual que le gustaba lanzar tiros con muy poco ángulo. Nos dejó canastas increíbles, entre ellas la que anotó en Vitoria en el primer partido de la final ACB 2009 a falta de 2 segundos y que colocó el 0-1 en el marcador. El Barcelona terminaría ganando esa temporada la liga ACB.

Gianluca Basile terminó su etapa en el Barcelona como el jugador extranjero que más veces había vestido la camiseta blaugrana con un total de 327 partidos. En la actualidad, después de casi seis temporadas que el de Rivo di Puglia se ha marchado, se mantiene como el tercer jugador extranjero que más partidos ha disputado; superado por Lorbek y Tomic.

En Barcelona he vivido lo mejor de mi carrera deportiva. Cuando dejé Italia y fui a Barcelona era la primera vez que vivía en un país diferente. Sentí el cariño de la gente desde el primer día. Barcelona ha sido un sitio muy especial para mí y para mi familia. Allí tuvimos a nuestra tercera hija, Federica”.

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Vuelta a Italia

Basile regresó a su país natal. Siguió jugando al baloncesto y lo hizo al máximo nivel. Fichó por la Bennet de Cantú donde jugó una temporada. En la LEGA llegaron a cuartos de final, llegaron y perdieron la Final de la Copa y en Euroliga llegaron hasta el Top 16. La siguiente temporada se fue al Olimpia de Milano donde cayeron en cuartos de final tanto en los Play Off por el título de la LEGA como en la Copa de Italia; y también jugó Euroliga donde sólo pudieron jugar la fase de grupos. “Yo quería y sentía que todavía podía jugar al máximo nivel. Por eso quería estar en equipos de la Euroliga. Lo que pasaba era que por entonces no tenía 24 años y quería hacer lo mismo que cuando los tenía. Recuerdo que me enfadaba por ello. Pero aún y todo fueron 2 años muy bonitos”.

Gianluca Basile, con la Olimpia Milano (Foto: Elite Eight group/Facebook).

Con 38 años y cuando parecía más cerca su retirada fichó por el Orlandina Basket. Un equipo de la segunda división del baloncesto italiano. La temporada 2012-13 terminaron en la posición 11 y la siguiente quedaron segundos y lograron el ascenso a la serie A1. Y entonces llegó el más difícil todavía para Gianluca Basile. Volvía a tener la oportunidad de regresar a la máxima competición de su país. Él no se lo pensó y jugó lo que sin saberlo sería su última temporada como jugador de baloncesto. “Mi aventura con el Orlandina comenzó en un día de pesca. Los dos fisioterapeutas del equipo organizaron una excursión en barca para pasar un día pescando, que es mi afición favorita. Después de unas 5 millas se nos estropeó la barca. Pasamos horas sin rumbo, con poca pesca y mucha conversación. Al final me convencieron”.

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El último partido que Basile no llegó a jugar

En la vida recorres todo tipo de caminos. Unos son anchos, otros más angostos. Hay veredas fáciles de andar y otras están ocultas por la maleza. A veces, te encuentras con caminos que te vuelven a llevar al inicio del camino.

Eso mismo le ocurrió a Basile cuando hace unos días recibió la llamada de su último equipo, el Orlandina Basket. El equipo se había clasificado para jugar la Copa de Italia y le llamaron. “Desde verano estoy pensando en mi retirada. A nivel físico no he hecho nada. Hubiese sido bonito retirarme así, jugando la Copa y además contra mi primer equipo, el Pallanestro Reggiana. Pero sinceramente creo que ha llegado el momento de retirarme”.

Gianluca Basile ha fijado su residencia en Sicilia. Allí vive tranquilo con su familia, dedica el tiempo libre a pescar, caminar y recoger setas. Y aunque ya se haya retirado del mundo del baloncesto; hoy es el día que cuando va a un pabellón, se sienta, mira la canasta y tan sólo puede estar dos minutos. Se tiene que marchar.

¡Grazie mile, Baso!.