Poderío interior: Pitino cuenta con una plantilla en la que destaca el físico. Esto provoca que el estilo de juego esté muy marcado por el abuso de los intentos de tiros dentro de la zona. Los grandes porcentajes de tiro de Antetokounmpo y de Papagiannis, fueron vitales en la victoria visitante y fruto de la diferencia física con sus defensores. Hay que añadir el gran partido de Langford y su dominio del tiro de larga distancia, que resultó determinante para equilibrar el juego ofensivo de los pupilos de Pitino. Otra ventaja de tener este tipo de jugadores es que se pueden permitir plantear defensas muy fuertes durante gran parte del partido.

Wiley & Jefferson: Wiley dejó muy buenas sensaciones, con mucha movilidad y capacidad para anotar cerca de canasta. Las bajas de varios interiores (Báez, Pasecniks y Fischer) provocaron que fuera titular y jugara 27 minutos. Aunque lo más destacable de su actuación no fueron sus puntos ni su intensidad, sino su sonrisa y su buen rollo, capaces de cambiar el ánimo de una plantilla, que, a pesar de otra derrota, necesita recuperar la confianza y el ánimo para afrontar lo que queda de temporada. Jefferson, con un entrenamiento menos, jugó poco, ocho minutos, aunque tuvo tiempo para dejar destellos de lo que puede ofrecer.

Afición: Los cerca de doscientos aficionados griegos dejaron en evidencia otro enorme problema de este Herbalife Gran Canaria. Ni siquiera el atractivo de jugar en la mejor competición europea es capaz de provocar que haya buenas entradas de público y se han llegado a generar ambientes negativos entorno al equipo. Durante todo el encuentro se escuchó más a la afición del Panathinaikos que a la del Granca, que sigue sin llegar ni siquiera a completar la mitad del aforo del Gran Canaria Arena en la mayoría de sus partidos. Desencantada con el devenir del equipo y con nula implicación del Club en mejorar la situación, la afición sigue sin reponder.

En los primeros compases, el equilibrio en el marcador se sostuvo con Calathes marcando el ritmo de los suyos y el Granca con Radicevic (después de su larga lesión de tobillo) y Wiley (más intensidad que acierto) como titulares, aunque era Rabaseda el que creaba diferencias en defensa y en ataque. En el tramo final del cuarto, los griegos consiguieron anotar gracias a los tiros de media distancia de Langford y puntos en la zona de sus pívots, mientras por el Granca fueron Hannah y Vene los referentes ofensivos (26 a 28).

En el segundo cuarto debutó Cory Jefferson, que como Wiley, anotó rápido su primera canasta de amarillo. Con poca aportación exterior, Panathinaikos buscaba la zona continuamente, incluso con sus aleros (sobre todo Antetokounmpo). En una floja primera parte de Calathes (6 pérdidas), los griegos hicieron un intento de marcharse en el marcador (32 a 44), gracias al dominio en la pintura y a la poca fluidez ofensiva de los amarillos. Los triples de Radicevic y de Rabaseda (17 puntos, sin fallo), minimizaron el daño (45 a 50).

La buena dirección de Radicevic, los puntos de Eriksson y la energía de Wiley ofrecieron buenas sensaciones para un Herbalife que necesita recuperar la autoestima. Los amarillos igualaron el marcador, llevados en volandas por los mates de Wiley y Hannah tomando el testigo en la dirección. Los rebotes de Papagiannis, muy superior físicamente a Tillie y a Wiley, dieron aire a un errático Panathinaikos, necesitado de la anotación exterior de Langford (el único realmente acertado desde fuera de la zona) y Kilpatrick (66 a 73).

El dúo exterior de Pitino fue el encargado de llevar la diferencia por encima de la decena, con Langford imparable con su tiro de media y larga distancia y Kilpatrick, más acertado con sus penetraciones. Víctor García, obligado por las circunstancias (bajas e incorporaciones muy recientes) montaba quintetos a los que les era muy complicado competir con un Panathinaikos serio y duro. La defensa griega y los puntos de Papapetrou y Antetokounmpo no dejaron que se escapara la victoria visitante.