El Laboral Kutxa consiguió su mayor victoria en su historia en la Euroleague, –dato de Mr. Chip– en un debut al doblegar al flojo Neptunas de Klaipeda. Los vitorianos mostraron una imagen mucho más consistente en defensa y tuvieron buenos minutos de juego grupal, sobre todo cuando tuvieron oportunidad de ser directos, con muchas rotaciones y tres jugadores que brillan por encima de los demás, Thomas Heurtel, excelso, dominante con 13 puntos, 3 rebotes, 10 asistencias y 4 robos para 28 de valoración, un San Emeterio que hace tiempo no estaba en tan buen estado físico y un Davis Bertans que tiene interioridad el papel de anotador del equipo y que se fue otra vez a 20 puntos.
El partido comenzaba con un golpe de rumbo al quinteto titular con San Emeterio de escolta, Shengelia y DJ White, la revolución de Crespi llegaba con el primer partido de la Euroliga, metiendo a sus dos mejores jugadores en el exterior e intentando jugar un baloncesto más directo y agresivo. Fernando San Emeterio anotaba la primera canasta de la temporada en la Euroliga. Los vitorianos intentaban correr, pero no encontraban efectividad y sufrían mucho con el juego constante rápido y de puro 1×1 de los lituanos. Bertans se mostraba como el hombre más acertado del Laboral Kutxa, con 8 puntos en los primeros 5 minutos que permitían acabar 5 puntos arriba el primer cuarto a los locales.
Laboral Kutxa como es tónica general, tenía muchos problemas con su ataque estático, sobre todo por la agresividad lituana en el 2×1 en el Pick and Roll y cambiando defensas, sobre todo con una agresiva presión con 2×1 en primera línea. Con espacios y en transición los vitorianos daban arreones, ante un conjunto al que le costaba mucho anotar y que se alimentaba de tiros libres y que no era capaz de anotar tiros exteriores, la cual es su principal arma, hoy finalizando con un 6 de 26 en tiros de tres. Aún así, la irregularidad entre estático y transición penalizaba a los azulgrana que se veían incapaces de romper el partido.
Heurtel salía inspiradísimo tras el descanso, más aún que en un primer tiempo en el que ya había repartido 6 asistencias. Dos asistencias, dos robos y una bandeja nada más iniciar el periodo ponían a 14 a los vitorianos. De nuevo, la imposibilidad de correr y el pundonor lituano hacían mantener al equipo de Klaipeda cerca de los vitorianos, aunque nunca sin dar demasiada sensación de peligro o de mordiente para bajar las diferencias de 8 puntos, algo que ya se antojaría imposible en último cuarto en el que el Laboral Kutxa se sintió ya cómodo en todas las situaciones para que Heurtel acabara con su exhibición y Toko Shengelia -12 puntos y 7 rebotes- terminara el partido dejando una muy grata sensación.