La tarea se presentaba muy complicada para el Barcelona: si quería la primera posición de grupo debía ganar a su rival por 25 puntos o más. Pero la victoria era prácticamente imprescindible (85-80). Y ha sido Mario Hezonja, que desde sus declaraciones en las que manifestó verse como número 1 del draft solo había jugado seis minutos y medio en dos partidos, quien ha decidido el derbi con 15 puntos  y 5/6 en triples. El croata ha revolucionado el duelo en el segundo parcial y ha explotado en el tercero.

La lógica no tenía lugar en el Palau. Teniendo en cuenta las estadísticas previas y el tipo de juego que desarrollan ambos equipos, el Barça tiene en el juego interior un seguro de vida mientras que el Madrid hace del rebote ofensivo una seña de identidad. Pero, de entrada, hoy no ha sido así. Mientras los de Laso conseguían conectar con facilidad con su pareja interior (Ayón-Reyes) el conjunto local hacía daño cogiendo rechaces en la canasta ajena. Thomas se prodigaba en esta faceta pero, a la vez, recibía un correctivo de Rudy, el mejor en los primeros 10 minutos (13 de los 25 puntos del Madrid).

Las grietas del Barça eran bajo el aro. La defensa blaugrana fallaba en las segundas ayudas y en la comunicación en los bloqueos indirectos. Era entonces cuando la entrada en pista de Oleson y Abrines cambiaría la retaguardia blaugrana para poner en apuros a los exteriores blancos. Junto con la mejora atrás, la irrupción de un Lampe omnipresente y un triple del exterior de Alaska reducirían la diferencia generada por unos minutos de acierto de Sergio Rodríguez (31-34).

En ese momento, con los de Pascual acercándose, volvía a salir en escena Rudy. Pero esta vez el mallorquín no contaba con la irrupción del joven Hezonja que clavaba dos triples consecutivos para dar la vuelta al marcador (37-36).

Tras el descanso, el Madrid apretaba de nuevo desde el exterior. Llull, defendido por Navarro, conseguía 6 puntos consecutivos (52-51) que eran contestados por dos triples de Hezonja (62-53). El Barcelona se encontraba cómodo, conectando su juego interior, pero un par de canastas desde más allá de 6,75 de Rudy y el Chacho ponían el marcador al rojo vivo (64-62).

Con el tema más caliente que nunca, Oleson ampliaba las distancias con otros dos triples (70-62). Pero Marcelinho, totalmente descentrado, jugando un mal partido, se obsesionaba a tirar de 3 puntos, sin acierto, y perdía varias posesiones claves a favor de un Madrid que no desaprovechaba la ocasión para igualar de nuevo el marcador (72-70).

Con menos de 2 minutos de juego y después de varios ataques muy malos del Barça, Maciulius igualaba el choque desde la línea de personal (78-78). La responsabilidad ofensiva recaía en ese momento de tensión sobre el juego por parejas de Navarro y Tomic que sabían imponerse, con la colaboración de otro triple de Oleson,(85-78). En cambio, los de Laso no han acertado en sus dos lanzamientos exteriores.