De cerca, Roberto Walter Gabini (San Nicolás, Argentina, 1975) impone aún más que desde las gradas. Hombre corpulento, con sus casi dos metros de altura es apodado “El Tanque” porque de él se dice que es grande y dispara. No le falta razón a quien se lo puso. Gabini es esa clase de jugadores que pueden desempeñar varios roles en la cancha. Si tiene el día y se encuentra con la muñeca afinada, puede ser letal más allá del 6.25. A su potencial ofensivo se le suma el defensivo, gracias a unas cualidades físicas que le convierten en un rocoso oponente, dispuesto a dejarse la piel sobre el parquet.

Charlo con él justo después del partido de Euroliga que enfrentaba en la capital de España al Madrid contra a su actual equipo, la Lottomatica de Roma. Gabini nos habla de su paso por Granada y de su mejor momento como profesional, en las filas del Tau. Sin embargo, antes de recalar en la ACB, el ala-pívot argentino había acumulado cientos de partidos y experiencias en Argentina e Italia que merecen la pena ser recordadas.

Inicios patrios

Formado en las categorías inferiores del Belgrano San Nicolás, Gabini disputó con el primer equipo el Torneo Nacional de Ascenso. Ya entonces destacó por sus cualidades para colocar tapones y se proclamó máximo taponeador del campeonato los años 95 y 96. A ello hay que añadirle la internacionalidad sub-22 con la albicelteste. Sin moverse de San Nicolás, cambió la camiseta de Belgrano por la de Regatas, elástica que defendió dos campañas para luego marcharse a Obras Sanitarias, donde estuvo otros dos años y promedió 15 puntos y 5 rebotes por partido. Gabini ya era un hombre de referencia dentro de un baloncesto argentino en el que iba quemando etapas a muy buen ritmo.

A partir del año 2000, el natural de San Nicolás inició un período frenético que le llevó a cambiar de club cada final de temporada. Primero recaló en las filas del Atenas de Córdoba, con el que tuvo el privilegio de llegar hasta las semifinales de la Liga Sudamericana, donde por cierto tuvo una notable actuación (12.9 puntos y 4.8 rebotes).

Al termino de su vinculación el conjunto cordobés, Gabini decidió volver a sus orígenes y fichó de nuevo por el Regatas. Fue la 2001-2002 su mejor temporada en Argentina. Alcanzó los 20 puntos de media y los 2 tapones por encuentro; “El Tanque” reverdecía laureles, aquellos que le señalaban como uno de los más grandes taponeadores del país. El premio a su buen estado de forma llegaría primero en forma de All Star, al que acudió en 2002 y más tarde en un contrato garantizado de Boca Juniors.

Subcampeonato, cambio de aires y la mejor experiencia de su vida

Con el club xeneize, Gabini logra la madurez como jugador y a los 28 años se proclama subcampeón de la Liga Argentina. Con casi todo hecho en la tierra que le vio nacer, el ya ex-jugador de Boca decide cruzar el charco y buscar fortuna en Europa. Hasta nuestro continente llega para disputar la campaña 2003-2004 en las filas del Crabs Rimini, que milita en la Legadue. De nuevo la regularidad de su juego queda reflejada en los números (16 puntos y 5 rebotes por noche).

Por entonces, en Mayo de 2004, los equipos ACB ajustaban sus plantillas de cara a unos inminentes play off. El Tau necesitaba reforzar las posiciones de 3 y 4 con un jugador comunitario o similiar y…aparece el nombre de Gabini (pasaporte italiano) en los despachos vitorianos. Informes que hablan de un forward versátil le colocan en el punto de vista del presidente Josean Querejeta, quien inicia las negociaciones para la su incorporación. Tras acordar el traspaso con el Rimini, Gabini aterriza en Vitoria y firma un acuerdo para disputar con el Tau los play off por el título. Esa temporada el equipo vasco, entonces dirigido por Ivanovic, cae en el quinto partido de las semifinales frente al Estudiantes. A pesar del palo de la eliminación, el hoy técnico del Barça queda contento con el trabajo del argentino, que renueva por dos años más.

Gabini había conseguido el sueño de todo jugador de baloncesto más allá de llegar a la NBA, que no es otro que disputar la Euroliga. Si tu equipo encima era el Tau, las posibilidades de llegar a la Final Four aumentaba considerablemente. Y así fue. Los vitorianos llegaron a la Final Four de Moscú en 2005, derrotaron al anfitrión y máximo favorito CSKA de Moscú y se colaron en la final. Fue una tarde-noche inolvidable. Ivanovic decide jugar con el factor sorpresa Roberto Gabini y le alinea poco más de 8 minutos en los que “El Tanque” logra 7 puntos (2/3 en tiros de dos y 1/1 en triples) y 2 rebotes. Fue una aparición inesperada que hizo mucho daño al CSKA. Gabini lo recuerda así para solobasket.com “Siempre digo lo mismo cuando me preguntan acerca de aquello: fue la mejor experiencia de mi vida, no sólo por el hecho de haber jugado y anotado siete puntos, sino también por haber vivido ese espectáculo de basket, esa fiesta impresionante. Cada vez que me acuerdo se me ponen los pelos de polio

Su presencia en la final de la Euroliga, que al igual que la de la ACB acabaría perdiendo el Tau, se redujo a 15 segundos. Desactivado el factor sopresa, Gabini tuvo que ver desde el banquillo cómo se le escapaba la máxima competición europea.

Granada y vuelta a Italia

A pesar de tener un año más de contrato con el Baskonia, desde Álava deciden traspasarlo al Granada en el verano de 2005. El conjunto nazarí le firma por dos años, que no cumple ya que el pasado febrero es traspasado a la Lottomatica. Gabini, que llegó “dispuesto siempre a ganar, cueste lo que cueste” se había ganado el cariño de la afición por su entrega y carácter dentro de la pista.

Se fractura el peroné en mayo de 2006 con la campaña casi finalizada y la 2006/2007 la inicia con grandes expectativas e ilusión. Sin embargo, con el paso de las jornadas el ala-pívot juega menos y entorno a él empieza a existir un clima extraño. Las cosas desembocan en un traspaso sorprendente a la Lottomatica Roma en febrero de 2007. Parece ser que Gabini quería jugar y al entender que eso no iba a ser posible y que no tenía posibilidades de ser renovado (su contrato acababa en Junio), no tuvo más remedio que marchar a la capital italiana. Y allí permanece, titular en muchos encuentros y con la confianza de Repesa ganada. De nuevo disputa la Euroliga, torneo que le hizo tan feliz y su mano sigue firme. En el último encuentro de la Lega clavó ocho triples de trece intentos al Avelino, en una clara victoria de los romanos.

También habló con solobasket.com de su paso por Granada:  “Es una ciudad muy bonita, con un club muy profesional donde no me faltó de nada. Tengo un poco de sabor amargo porque no pude terminar bien el último año por infortunio y cosas del juego. Pero bueno, muy contento

Este año Roberto Walter Gabini tiene muy complicado reeditar presencia en la Final Four. No obstante, se puede consolar con el recuerdo de aquella maravillosa tarde primaveral del lejano 2005, cuando nos hizo vibrar con su inesperada, espectacular y, a la postre, decisiva aparición.