Jamás hubiese imaginado Alex Ramón (1,85m/Base/1993) que iba a despedirse de la afición de Colgate, su alma mater durante estas 4 campañas como colegial, de un modo tan increible y de ensueño en el enfrentamiento ante Loyola (Maryland).
Hoy era la Senior Night, esa noche donde los protagonistas son los jugadores de último año del equipo de casa porque supone el último encuentro que estos jugarán en su cancha, delante de sus aficionados. No termina la temporada para Colgate, pero sí es el último para los jugadores de cuarto año en "casa".

En el caso de los Riders, al contrario de como suele ocurrir, no eran muchos los jugadores que terminan periplo colegial: tan sólo el vitoriano y Austin Tillotson. Los dos estaban viviendo su noche, su partido, su homenaje. Y de qué manera porque Alex Ramón hizo un partido espectacular consiguiendo su record anotador en NCAA con 18 puntos además de 4 rebotes, 3 asistencias y 2 robos de balón. Inmejorable forma de decir adiós al Cotterell Court.
Y si como de un sueño se tratase con un final tan feliz a nivel individual, el encuentro no pudo acabar de mejor manera para los Raiders ya que tras forzar la prórroga con una canasta a 31 segundos del final del encuentro, durante el tiempo extra el partido parecía estar decidido para los del estado de New York al ir 87-90 arriba y apenas 15 segundos para el final, pero un excepcional triple de Andre Walker para Loyola igualó la contienda a falta de 4 segundos. Todo apuntaba a una segunda prórroga, pero como no podía ser de otra manera, apareció el otro protagonista de la noche, Austin Tillotson, para hacer esto y dejar la noche como un día inolvidable:
youtube://v/reipTfvUoZs
Al final, 93-90 para los Colgate Raiders para colocarse 13-14 de balance global pero un 9-7 en la Patriot League que los sitúa quintos en la tabla de clasificación. Aún con 2 partidos restantes para finalizar la temporada regular en Lehigh y Lafayette, e intentarán finalizar lo más arriba posible (aún pueden ser terceros) para afrontar el Torneo de Conferencia de la forma más favorable posible y luchar por dar la sorpresa y ganarlo con el premio impagable de jugar la March Madness.