Aubrey Coleman llegaba a Biella en el tramo final del pasado curso, en sustitución de AJ Slaughter. Su primera experiencia overseas en Aliağa Petkim (Turquía) no acabó funcionando y se marchó a los Austin Toros (NBDL). Su misión en el Angelico era auxiliar a Edgar Sosa en la conservación de su plaza en la Serie A. La estrella de los Cougars de Houston aportó 23 puntos de media, lo que el equipo necesitaba. Misión cumplida.
Al final de la temporada Edgar Sosa se decantó por la oferta de la Sutor Montegranaro y Biella no ha tardado en reaccionar. El lockout no se ha traducido en la llegada de un nombre NBA sino de una estrella del baloncesto NCAA. Jacob Pullen llega desde Kansas State después de promediar 20 puntos en su última temporada, en la que ha ido de menos a más. Su eclosión tuvo lugar la temporada anterior en la que formaba pareja con el portorriqueño Denis Clemente. Pullen anotó 19 puntos de media y conquistó a la crítica. Era la misma temporada, 2009-10 en la que Aubrey Coleman se coronaba como máximo artillero de la competición (25.6 puntos por partido).
Pullen (base de 1.83 y 21 años), destaca más por su vocación ofensiva que por su dirección. Destaca su aportación desde la larga distancia, con un 38% de acierto en el triple, aunque deberá adaptarse a la neva línea de tres. Su tope la pasada temporada fueron los 38 puntos anotados en el triunfo contra su rival Kansas y en la derrota ante Wisconsin, en el último partido de la temporada, ya en el March Madness.
La llegada de la estrella de los Wildcats unida a la renovación de Aubrey Coleman convierten a Biella en uno de los equipos más atractivos para los aficionados. El alta de Pullen se une a la reciente de Joe Trapani (Casale Monferrato) y David Lighty (Cantù). La apuesta italiana por los jóvenes talentos universiarios es un hecho. La coyuntura del baloncesto profesional USA, ayudará más si cabe.