La nave griega siempre puede contar con su comandante. Comenzaba el encuentro igualado, con ambos equipos intercambiando golpes, a un ritmo alto en el que Baskonia se mostraba cómodo, pero un tiempo muerto de Sfairopoulos rompía la dinámica; los griegos apretaban atrás y ganaban la batalla por el rebote. Desde ahí, y con el ritmo del encuentro a su gusto, conseguían tomar rentas con un parcial de 9-0 y el eterno Vassilis Spanoulis (5 asistencias) comandaba a los suyos para dejar el primer cuarto con ventaja local, 24-17.

Olympiakos no toma rehenes. Los griegos llevan mucho tiempo con un estilo de juego muy marcado, en el que el trabajo defensivo es fundamental y en el que la anulación al rival es filosofía de grupo; ante el equipo de Sito Alonso, los de El Pireo apretaban y conseguían aumentar las ventajas. Baskonia no estaba cómodo, no era capaz de lograr hacerse con el ritmo de juego y solo el talento ofensivo de Rodrigue Beaubois mantenía con vida, pero renqueante, al equipo alavés (42-24). Por parte de los griegos, Eric Green (8 puntos) y Khem Birch (8 puntos) lideraban el parcial de 15-0, que rompía todas las esperanzas de los, hoy verdes, baskonistas. Al descanso, 50-28 para los locales.

El Olympiakos más coral. El partido estaba roto, y Baskonia estaba absolutamente desquiciado, mientras que Olympiakos seguía apretando las tuercas y masacrando continuamente a los alaveses. Habían puesto el rodillo en marcha, y son pocas las veces que Olympiakos saca a relucir su faceta más ofensiva. Todos los jugadores del conjunto griego anotaban algún punto; y Kostas Papanikolau (10 puntos, 6 rebotes) aprovechaba el buen momento de su equipo, para subirse a la ola y firmar sus mejores minutos de la temporada en Euroliga, el alero griego dejaba fogonazos del jugador que enamoró a Europa. 

La horma de su zapato. Si Baskonia está destacando por algo esta temporada es por su capacidad ofensiva, por ser imparable a campo abierto y muy sólido y móvil en el ataque estático. Sin embargo, frente a Olympiakos, los de Sito Alonso tenían verdaderos problemas. Además, su incómoda defensa habitual parecía débil ante el juego de los griegos, que generaban ventajas continuamente. Parece que Ioannis Sfariopoulos tiene bien medido a Sito Alonso, a quien ha conseguido ganar tácticamente en los dos paridos que ambos conjuntos han disputado. Además, el Pabellón de la Paz y la Amistad es zona hostil para los alaveses, que llevan 10 años sin ganar allí.

Connato de reacción ante la relajación griega. Olympiakos, con el partido absolutamente controlado, se relajaba en el último periodo y los pupilos de Sito Alonso aprovechaban para tratar de recortar distancias. Un mero espejismo, Sfariopoulos pedía otro tiempo muerto, volvía a aleccionar a los suyos e impedía cualquier intento de maquillar el resultado.