Fenerbahçe arrebató al Real Madrid una victoria que se antojaba vital después de la derrota de dos de sus grandes rivales por la cuarta plaza como Panathinaikos y Khimki. Sin embargo, fueron los turcos quienes golpearon primero, con un excelente James Nunnally (4/4 en triples para el americano, que roza el 60% esta temporada). El parcial inicial llegó a ser de 6-16, con el Madrid completamente desorientado en ataque (5 pérdidas), pero hubo tiempo para solucionarlo. La salida de Ayón (como si nunca se hubiese ido) y Rudy, con 6 puntos consecutivos, equilibró la balanza y puso las tablas al final del primer cuarto (20-20).

El Madrid seguía sumando desde la buena defensa (excelentes Causeur y Ayón) y solamente los triples turcos les seguían manteniendo en el partido. La fantasía de Doncic hacía su puesta en escena (17 de valoración en la primera mitad) y los blancos conseguían el 45-40 al descanso.

Sin embargo, apareció en la segunda mitad un desatado Kostas Sloukas (20 puntos) para comandar a su equipo en un parcial de 20-28 que, a la postre, fue decisivo. El Real Madrid no se rindió y a pesar de verse toda la segunda mitad por debajo, consiguió colocar el 78-81 a falta de 2 minutos. Ahí estuvo de nuevo Sloukas para anotar un triplazo que sonó a sentencia, aunque dos buenas defensas blancas y un lanzamiento de Rudy pusieron el 83-84 a 10 segundos para el final del encuentro. A punto estuvo el Real Madrid de recuperarla, pero Sloukas volvió a la personal y no falló. Doncic tuvo un último intento a la desesperada de llevar el partido a la prórroga.

No te pierdas estas dos jugadas de fantasía. Muhammed pensaba que se agotaba la posesión y decidió lanzar desde su propio campo…

…y Doncic dejó esta maravilla durante el segundo periodo

1.La segunda mitad de Kostas Sloukas. El griego fue el líder indiscutible de los suyos realizando una segunda mitad memorable. La jugó prácticamente al completo y firmó 20 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias. Acertado desde fuera (4/6), también estuvo fuerte de piernas en defensa para agobiar a Campazzo y Doncic, que no se encontraron a ellos mismos durante los últimos 20 minutos. Suyo fue, también, el lanzamiento que sepultó al Real Madrid, colocando el 78-84 a 1:30 para el final del encuentro. MVP.

2. La defensa del Madrid fue el termómetro del partido. Empezó mal, fatal, el encuentro para los de Laso, con un 2-14 de salida en los primeros 4 minutos de partido. Sin embargo, la salida de Gustavo Ayón equilibró a los suyos, que consiguieron desactivar por completo el juego interior de Fenerbahçe durante muchos minutos. Solamente unos chispazos de Datome y Guduric evitaban que el Madrid, no solo remontase, sino que pudiese hacer mucho daño con un 12-2 de parcial durante el segundo periodo. El porcentaje de triples de los turcos (7/10 en la primera mitad, 13/20 al final) fue el antídoto contra la grandísima defensa que realizaron las torres blancas ante Vesely, Thompson y compañía.

Pero la defensa volvió a flaquear justo en el momento decisivo. 28 puntos permitidos al campeón de Europa (durante el tercer periodo) son un error que pagas muy caro. Los de Obradovic consiguieron dar con la tecla, cambiando el músculo por la versatilidad de Melli, y no perdonaron. A pesar de llevar solamente 9 canastas de dos al final del tercer cuarto, la sensación era que Fenerbahçe encontraba tiros solos, demasiados para su porcentaje.

Cuando se vio contra las cuerdas (73-79 a 7 minutos para el final) el Madrid volvió a recurrir a la “zona-press” que, como siempre, consiguió dar un susto. Pero llegó demasiado tarde, porque el monstruo Sloukas ya estaba suelto.

3. Luka Doncic, para lo bueno y para lo malo. El “7” del Madrid sigue sumergido en esa montaña rusa de la que no consigue salir. Desquiciante por momentos, con dos pérdidas y malas selecciones nada más salir en el primer cuarto, brillante en otros, con 10 puntos y 4 asistencias en el segundo periodo.

El esloveno ha perdido parte de la confianza de un Pablo Laso que, una vez más, decidió prescindir de él (con el ya habitual enfado del esloveno) durante gran parte del último periodo. Como en la final de la Copa del Rey, con Campazzo-Rudy-Carroll, el Madrid estuvo cerca de obrar la remontada. Volvió Doncic para disputar el último minuto y tener en sus manos el balón que podría haber empatado el partido. Con 6 segundos por jugarse y tres puntos de diferencia, no pudo más que forzar un mal tiro desde medio campo, buscando la falta personal. Incluso los prodigios tienen cosas que mejorar.