Bastó un fogonazo del genial Iturbe para que el Estudiantes viese allanado su camino europeo. El jugador vasco anotó cinco triples sin fallo en apenas ocho minutos. Gracias a su aportación, el conjunto local abrió brecha en el marcador y con un parcial de 12-0 – al que también contribuyó Garnett– despegó hacia la victoria frente al conjunto belga del Lieja
Porque Iturbe es imprescindible para su equipo. Esta vez fue su capacidad anotadora la que resultó determinante. Fue pisar el parquet y el Estudiantes adquirió otro aire. No sería justo pasar por alto la labor de Jasen y de Garnett. El norteamericano esta vez no se esondió, miró el aro con asiduidad y por momentos llevó las riendas del equipo. Parece que Europa le sienta bien. A él y a su equipo. Una realidad que sin duda hay que matizar. El Estudiantes es líder de grupo dentro de una competición con un discreto nivel y unas costumbres un tanto extrañas. Prueba de ello es que en pleno siglo XXI, la FIBA todavía mantenga la vieja tradición de los dorsales del número 4 al 15.
Eso demuestra cuánto han avanzado unos -ULEB- y lo rezagados que se han quedado otros- FIBA-
Tras sentenciar el partido con tres triples ( Jasen, Garnett, Sergio Sánchez) la atención en el Madrid Arena se desvió hacia otro asunto. En la grada se encontraban jugadores del Real Madrid, Felipe Reyes entre ellos. Una Demencia venida a menos desde hace tiempo,curiosamente desde que el Estu empezó a ir mal, se encargó de “animar” el resto del choque con cánticos contra los jugadores blancos.