La intención de la Euroliga ha sido, desde hace bastante tiempo, instaurarse como la principal competición del continente, convirtiéndose en una liga cerrada donde los partidos se jugasen durante los fines de semana, algo que perjudicaría por completo a las ligas domésticas. La primera premisa está casi cumplida, pues el sistema de licencias convierte el acceso a la Euroliga en una auténtica quimera para aquellos equipos que no las poseen. Pero ahora, Bertomeu y compañía, quieren dar un paso más allá.

La Euroliga ha programado los encuentros correspondientes al tercer encuentro de las series de Cuartos de Final en la Semana Santa española, coincidiendo con el fin de semana del 19 y 20 de abril en los que se debe disputar la vigesimoctava jornada de la Liga Endesa. Así, los partidos previstos para nuestros cuatro representantes en Europa se verían afectados, incluyendo el encuentro entre el Gran Canaria y el Barcelona con el que se iba a inaugurar el Gran Canaria Arena.

La ACB siempre se ha negado a dejar espacio los fines de semana para que la Euroliga los ocupase pero para estas eliminatorias ha decidido hacer una excepción. De esta manera, la Euroliga podría estar dando la estocada definitiva a las ligas nacionales, marcando su territorio y cumpliendo con su objetivo de colonizar los fines de semanas para sus partidos. ¿Puede ser este el fin de la Liga Endesa y de las ligas nacionales convencionales?