20 años. Eso es lo que aguantó Numancia, una ciudad celtíbera que ahora se situaría por la zona del Cerro de la Muela, en Soria. 20 años aguantando el asedio del ejército romano, que no es moco de pavo. 20 años resistiendo, defendiéndose, haciendo de su ciudad un auténtico fortín. En la cuarta jornada de la Euroleague, Zalgiris fue Numancia por un día durante dos cuartos y medio: contuvo a un candidato al título a través de una intensidad sobrehumana atrás, minando la moral de los de Jasikevicius. No es nada sencillo dejar al Barça en 35 puntos -en general, es muy complicado encajar esos puntos al descanso contra cualquier equipo-, así que ese dato pone en muy buen lugar a la defensa excelsa de los lituanos.
Un gesto llamó la atención. Tras el descanso, Evans penetró y, al verse acorralado, intentó pasarla hacia el exterior, pero el balón no llegó a nadie. Maksvytis, técnico de Zalgiris, lejos de enloquecer y gritar a Evans o a Hayes, les hizo un gesto a sus jugadores diciendo: “no pasa nada, está bien”. Pocos minutos después, el propio Evans, intentando superar la presión de un Barça en plena remontada, dio un mal pase a Hayes y Satoransky robó el balón en medio campo para anotar a placer. Ahí, el coach no tuvo piedad y recriminó a más no poder la acción a sus pupilos. Esa era la idea: defensa, defensa, defensa.
Y cuando Higgins (10 puntos, 5 rebotes) empezó a creer y a hacer creer, llegó Evans (17p) para confirmar que Zalgiris no había dicho su última palabra. Los triples -uno de ellos sobre la bocina de la posesión- se sobrepusieron a los mágicos minutos del escolta americano del Barça y de Jokubaitis. Después del dominio local durante gran parte del encuentro, los blaugranas supieron resistir la férrea defensa y, con un esfuerzo titánico, lograron estar por delante a tres minutos del final del encuentro. Es poco probable que haya muchos más duelos en que el equipo ganador no supere los 75 puntos, así que se puede decir que los lituanos no es que tuviera suerte, sino que sudaron la gota gorda para llevarse este importante triunfo. Como dato, un triple de Butkevicius -que había errado el anterior en ese mismo cuarto- dejó casi sentenciado el encuentro a pocos segundos y, cómo no, la defensa de Ulanovas (15p, 7r) ante Satoransky dio la victoria a Zalgiris (73-72).