Los viajes en pleno invierno al Este de Europa para enfrentarse en competición europea a conjuntos de la extinta Unión Soviética suelen tener usualmente tintes de auténtica odisea. Varios vuelos, muchas horas de trasbordo y frío, mucho frío. En el caso de Alba Berlin y su desplazamiento la presente semana a Yuzhne (Ucrania) para disputar ante el Khimik un partido correspondiente a la Jornada 4 del Last32 de la Eurocup la cosa ha pasado de castaño a oscuro. Lo de conjunto germano ha sido una epopeya … con final feliz.
La expedición del Alba de Berlin, incluyendo al español Mauricio Parra (segundo entrenador), partió el pasado martes 28 de enero camino a Yuzhne para enfrentarse al Khimik en un partido que estaba programado para el miércoles 29 de enero. El primer paso fue un vuelo Berlín-Kiev, que transcurrió según lo programada. La siguiente etapa del viaje era tomar otro vuelo entre Kiev y Odesa, ciudad situada a escasos 30 kilometros del destino final, Yuzhne. Aquí comenzaron los problemas. El avión no pudo aterrizar por las malas condiciones climatológicas en Odesa, dándose la vuelta de regreso a Kiev. Finalmente se desviaría a la ciudad de Kharkov, ciudad ucraniana situada cerca de la frontera con Rusia. La expedición teutona tuvo que hacer noche en Kharkov, para intentar el mismo miércoles volver a aterrizar en Odesa. Pero el segundo intento también fracasó. Otra vez las inclemencias del tiempo impidieron que el vuelo pudiera llegar a su destino final. El avión, este caso, tomó rumbo a Kiev.
Ante la imposibilidad de que Alba Berlin pudiera presentarse a tiempo en Yuzhne, el encuentro programado para el miércoles 29 se tuvo que suspender. La Euroliga decidió el aplazamiento del choque, pero reprogramándolo para … ¡24 horas más tarde! El partido se tendría que disputar el jueves 30 de enero a las 8 de la noche hora local. Con el aeropuerto de Yuzhne definitivamente cerrado, la expedición berlinesa se vio obligada a viajar entre Kiev y Yuzhne en autobús. 500 kilómetros por unas carreteras en mal estado por el frío (temperaturas inferiores a los -20 grados centígrados), la nieve y el hielo. Tras 9 interminables horas en la carretera, la expedición del Alba Berlin llegaba, por fin, a Yuzhne, tras una odisea épica de ¡40 horas1
Con el tiempo justo para descansar unas pocas horas, los jugadores del Alba Berlin saltaban a la cancha del Khimik. A pesar de todos los contratiempos y luchando contra los elementos, los teutones han sacado el partido adelante, venciendo por 65-68. Final feliz para la aventura germana. Ahora solo falta desandar el camino… para empezar, regreso a Kiev en autobús…