Laboral Kutxa cerraba la primera fase de la Euroliga en Belgrado con los deberes ya hechos y solo pendiente de la posición final de cara a conocer sus rivales en el Top16. Les esperaba el infierno del Pionir … helado como un tempano y sin público, dada la sanción impuesto por la Euroliga por los sucesos acaecidos hace algunas semanas en Estambul entre aficionados del Estrella Roja y Galatasaray, que acabó con la muerte de un aficionado del conjunto serbio. Contagiados por el ambiente y por lo poco que estaba en juego, ambos conjuntos disputaron un encuentro sin tensión y que se decantó finalmente a favor del Estrella Roja por 90-82.
Marcus Williams fue el hombre que desequilibró el choque con una actuación sobresaliente. Con sus 23 puntos, 5 rebotes y 8 asistencias, el base norteamericano aprovechó la tesitura para ofrecer lo mejor de su repertorio ante un rival que no pudo demasiados obstáculos. Por parte baskonista, Davis Bertans dejó buena muestra de su muñeca en su regreso a Belgrado (militó en el Partizan), sumando 16 puntos en 19 minutos con 4 triples. El galo Kim Tillie (14 puntos y 7 rebotes) demostró seguir dando pasos adelante. Ibon Navarro aprovechó el contexto para dar minutos a Mike James, que estuvo muy activo en ataque (13 puntos), aunque desafortunado en el tiro de tres puntos (0/6 T3).
Poco más que concluir en un partido sin historia. Con esta derrota, Laboral Kutxa queda clasificada definitivamente en tercera posición del Grupo D. Esto supone que en el Top16 quedará encuadrado junto con CSKA, Olympiacos, Fenerbahce, Efes, Armani, Nizhny y previsiblemente Unicaja en el Top16.
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