David Andersen, Andrew Bogut, Matt Nielsen, Aaron Baynes, Nathan Jawai… son sólo algunos de los jugadores que han llegado desde las antípodas para asombrar al mundo del baloncesto. Demostrando que en Australia hay vida más allá del rugby y el fútbol australiano. Tal y como demuestra sus más que dignas actuaciones en competiciones internacionales en los últimos años.
Los ejemplos expuestos corresponden a jugadores interiores, es cierto que hay grandes exteriores que han conquistado el planeta basket desde el país de los canguros (Mills y Delavedova), pero nuestro protagonista se acoge al perfil de los jugadores interiores citados.
Cada uno de ellos con un juego peculiar: unos basando su poderío en su físico como Jawai, en su talento descomunal como Andersen, en su labor defensiva como Baynes,… pero en lo que coinciden todos es en ser jugadores aguerridos y peleones.Acostumbrados a vender muy cara su derrota en cada uno de los partidos. Sólo hay que ver la semifinal del pasado mundial frente a España para comprobar que su nivel de competitividad y su despliegue físico es único.
Da gusto verlos competir como si de un partido de rugby se tratara.
Jock Landale, aún teniendo su estilo personal, cumple a la perfección el patrón de cada uno de los ejemplos puestos. Cumpliendo en gran medida el patrón de australiano aguerrido, fuerte y muy peleón.
¿QUIÉN ES?
Se trata de un jugador de pivot de 2.13 metros de altura con una planta que impresiona. Tan sólo cuenta con 24 años y da la sensación de tener aún recorrido en la mejora de su físico, sin embargo ya es todo un portento físico.
Su experiencia como profesional es muy escasa pero ya ha demostrado ser un gran competidor además de un jugador muy completo que aporta en ambas partes de la pista. Muy móvil para tratarse de un 7 pies, con muy buena mano y muy intenso en las finalizaciones (bloqueo más continuación).
Con esa planta, rubio y el pelo cortado como si de un guerrero se tratara podría haber salido de una película de Cocodrilo Dundee. Cualquier estereotipo de australiano rudo los cumple este muchacho sobre la cancha.
¿DE DONDE VIENE?
Nacido en Melbourne, practicó el baloncesto en su instituto en Victoria. Su desarrollo físico, creció 30 centímetros en su último año, y sus buenas actuaciones con la sub19 australiana le valieron una beca en la universidad Saint Mary´s College de California. Allí acabó de madurar como jugador, completando un periplo universitario muy satisfactorio cuyas estadísticas no dejaron de aumentar temporada a temporada. Llegando a los 21 puntos y 10 rebotes en su cuarto año, lo que le valió para ser incluido en el segundo quinteto All-America.
Sorprende que no fuera drafteado en 2018, sus buenas estadísticas y su gran labor merecían al menos una oportunidad, sin embargo ni en el draft ni en las ligas de verano encontró nadie que apostara por él. Por lo tanto emigró al baloncesto balcánico, siempre atento a los jugadores que se descuelgan de la NBA, para estrenarse como profesional en el mítico Partizan de Belgrado.
Su primera experiencia europea fue bastante satisfactoria. Encontrando un rol muy aprovechable en una rotación de más de 20 minutos por partidos. Consiguiendo a más de 10 puntos y 4 rebotes a lo que sumó unos grandes porcentajes de tiro (35% en tiro de 3). Y aunque las estadísticas no lo indiquen siendo un hombre con una gran actividad en pista, con un nivel de defensa e intensidad muy alto y en definitiva dándole al equipo un plus en determinados momentos.
Ese buen rendimiento en Serbia le abrió las puertas de la selección absoluta. Llegando en sólo una temporada de profesional a disputar el mundial de China 2019. Consiguiendo entrar entre los 12 elegidos por delante de nombres como Brock Motum, finalista de la pasada final four con Efes.
No contento con entrar en la lista de la absoluta, llegó a semifinales con un meritorio papel en la rotación interior. Completando a Bogut y Baynes para formar una rotación casi inexpugnable. Habría que preguntarle a Marc Gasol y Victor Claver sobre la defensa de aquella tarde…
Sus número con la selección, obviamente descendieron. Pero lo más importante fue la sensación transmitida de poder formar parte de un equipo grande que compita hasta el último de los partidos.
Y el premio a tan buen primer acto fue la llamada desde Kaunas y otra puerta que se le abría. En esta ocasión el gran escaparate del baloncesto europeo: la Euroliga.
¿QUÉ APORTA?
Se trata de un 5 que dado su buena mano y movilidad puede hacer las veces de 4, como ha ocurrido en ocasiones con la selección. Su juego de pies y calidad individual no son las mejores, por lo que su objetivo no será el de forzar situaciones de uno contra uno. Además él lo sabe y aprovecha sus virtudes como el tiro, cargar el rebote, bloqueo y continuación, la intensidad defensiva e intimidación.
En definitiva un gran complemento para Sarunas. El problema es que el año no ha empezado como debiera. Zalguiris ha perdido de una tacada a Davies y White y han tenido que recomponer su juego interior por completo. Así que ha costado que Landale encontrara su rol dentro del grupo, viéndolo inseguro y precipitado en algunas ocasiones.
Sin embargo ha conseguido unos números de 11 puntos y 6 rebotes en una competición mucho más exigente de lo que él estaba acostumbrado como es la euroliga.
Viendo sus credenciales, su actitud y su juventud parece que tenemos Landale para rato. Además desprende la sensación de que no ha alcanzado su techo todavía y que a medio plazo su lugar está en la rotación de un equipo con miras más altas que las de Zalguiris.
Es pronto para saber si Landale dominará las zonas europeas, pero si que parece que tendrá mucho que decir en todo lo que en ellas pase. Cogiendo el testigo de los grandes jugadores australianos