Temporada 80-81: La Synudine Bologna de Bonamico y Vilalta cae ante el poderoso Maccabi de Tel Aviv en la final de la Copa de Europa, de la Copa de Campeones. Las tres temporadas siguientes el ganador tendrá tinte azzurri: Pallacanestro Cantú consigue las dos primeras (la segunda frente al Billy Milano) y Bancoroma -maldito Larry Wright gritaban algunos- se la birló al FC Barcelona en Basilea. Tracer Milano (D’Antoni, Premier, McAdoo, Meneghin…) enlazaron dos copas consecutivas (87 y 88)…y ahí se cerró el grifo hasta la victoria de la Kinder de Bologna en la 97-98 -ya en formato Eurolega- frente al AEK de Atenas en el que el español José Lasa acabó como máximo anotador (7 puntos).  La segunda, con Ginobili, Griffith, Andersen, Rigodeu… tras una final perdida, llegaría la temporada de la ruptura y contra un rival español, el Tau Vitoria.  La Benetton de Treviso y la Montepaschi  han sido los últimos exponentes -junto con alguna incursión de los equipos de Bologna– de un baloncesto que se ha ido desangrando con el paso de los años.

El baloncesto italiano había explosionado justo en la década en el que el baloncesto dio un paso hacia adelante muy importante, pero no fue fruto de la casualidad. En los 70 también había sido dominador, junto con el R.Madrid, recogiendo la herencia de los equipos bálticos y soviéticos. Pallacanestro Varese (Ignis y Mobilgirgi) de Meneghin y Bob Morse, consiguiendo 5 títulos europeos en 8 finales disputadas. El Simmenthal Milano (Vianello, Bradley…) inauguraba los títulos italianos en la gran competición italiana con la victoria ante el Slavia de Praga (Jiri Zidek) en la temporada 65-66. Al término de la década de los 60 tanto CSKA como el R.Madrid habían conseguido 4 copas cada uno mientras que el pallacanestro sólo contaba con 1 título. Luego se sucederían 12 más, por 7 del baloncesto español.

La Montepaschi Siena se ha convertido en los últimos años en el único exponente del baloncesto transalpino de clubes, que ha venido experimentando un deteriodo que ha coincidido con el declive de la selección nacional.

Esta temporada los tres clubes con representación en la Euroleague quieren que se vuelva a parlare italiano.

Empecemos por uno de los grandes, el Olimpia de Milano, equipo que ha dado un paso importantísimo en cuanto a fichajes de calidad. Primero desde el epicentro del banquillo, con la presencia de un técnico ganador, Sergio Scariolo, que ritorna a Italia después de su affaire ruso, combinando también su nuevo cargo con el de seleccionador español. La llegada de un allenatore con renombre siempre consigue atraer a buenos jugadores y alguna que otra estrella. De momento, los que han dicho el sí al nuevo EA7 Emporio Armani son Ioannis Borousis, el revalorado pívot del Olimpiakos griego y uno de los mejores centros del último año, en palabras de su nuevo coach. Un conjunto italiano priva a dos grandes de Grecia del servicio de dos puntales en sus respectivos clubes. Algo está cambiando. La última hora, además, habla de dos nuevas altas: Drew Nicholas deja Panathinaikos para ser nuevo jugador milanista, rechazando una oferta de la Mens Sana. Scariolo no sólo refuerza en el presente sino que piensa en el futuro ya que acaba de añadir a su plantilla al talento croata Leon Radosevic (2.09, 21 años), que ha promediado más de 12 puntos y 6 rebotes en Euroleague con la Cibona.

Falta la confirmación oficial de otro de los fichajes estelares, Jacopo Giachetti un combo que viene de la Lottomatica, con un historial de lesiones importante que truncaron una prometedora carrera. También la del alero italoamericano del Biella, Jeff Viggiano, titular indiscutible este curso que ha promediado más de 12 puntos y 4 rebotes.

No es por jugar al si fuera que protagonizará Raffaella Carrà ya que los grandes equipos han vivido situaciones parecidas, pero ¿qué papel jugaría este equipo con Gallinari? Difícilmente saberlo, incluso con lockout.

Vamos con el clásico de los últimos años y dominador absoluto de la competición transalpina. Montepaschi Siena irrumpió en Europa -en el curso 2001-02- con la conquista de la desaparecida Copa Saporta ante el Pamesa Valencia, que luego conquistaría la ULEB. Petar Naumoski, uno de los mejores bases del momento, ponía a Siena en el mapa europeo, aunque éste era el único título continental en sus vitrinas. Le contemplan cuatro participaciones en la Final Four desde la temporada 2002-03, pero el gran título europeo sigue siendo inalcanzable para el patrón Ferdinando Minucci. Para dar un salto de calidad ficharon desde Belgrado a Bo McCalebb,el base que tan buen sabor de boca dejó en Partizan hace dos cursos. La renovación del base estadounidense -bocado muy apetitoso para los grandes- es clave para que este proyecto siga siendo ganador. Se les fue Malik Hairston, al equipo rival. El movimiento fue rápido, y se espera que certero. La agilidad de reflejos se llama Milovan Rakovic, cedido por una temporada al Zalgiris Kaunas. No ha rendido lo que se esperaba de él.

Terminamos con la nostalgia. Después de mucho caminar, de muchas penas retorna el Pallacanestro Cantù, el mítico Ford, Arexons, Clear…Bennet Cantù conseguía clasificarse para la Euroleague después de un gran año, con sendos subcampeonatos en Lega y Coppa. Mazzarino, Leunen, Green, Micov, Scekic, Markoishvili…El joven allenatore, Andrea Trinchieri, ha realizado un espléndido trabajo que inició en el 2009, después de consagrase definitivamente en legadue con el Prima Veroli. La última gran gesta de la squadra biancoblù data del 1991. Antonello Riva, estandárte de la società, se mudaba al rival Olimpia Milano, pero encontraban a su artillero en Pace Mannion, que acabó con el Real Madrid en la final de la Copa Korak. Una temporada después descendía a legadue en una campaña extraña que se inició con Antonio Díaz Miguel al frente del banquillo. Duro golpe para un equipo que había conquistado dos Copas de Europa consecutivas durante el inicio de los gloriosos 80. La primera, en el curso 81-82. El entonces apellidado SQUIBB Cantú conseguía superar al todopoderoso Maccabi de Tel Aviv. Recuerden, aquel equipo en el que jugaba el mítico Mickey Berkowitz. No era manco Cantú con Marzorati y un joven Antonello Riva como estrellas nacionales y Kupec y Flowers como estiletes made in USA. El equipo lombardo repetía -esta vez como Ford– una temporada después, contra su máximo rival, el Billy Milano de Meneghin, que ya no estaba en Varese. Providencial, de nuevo, los dos estadounidenses, Jim Brewer y el gigante Wallace Bryant, al que veríamos después en la ACB.

Cantú afronta el reto de la Euroleague con la renovación de sus hombres más destacados (Leunen, Micov, Markoishvili, Scekic y el coach Trinchieri). Cuentan con la continuidad del italouruguayo Nicolás Mazzarino y de Mike Green y se refuerzan con tres importantes jugadores. Andrea Cinciarini llega desde Montregranaro (7.9 puntos, 2 asistenias, 1 recuperación) para repuntar la posición de base. El armario bielorruso capacidad para rebotear -uno de los debes del equipo- como demostró hace dos temporadas en Radford. Complemento perfecto para Leunen, uno de los mejores interiores de la competición. La apuesta arriesgada desembarca desde el baloncesto amateur estadounidense. David Lighty, swingman de Ohio State, llega para ayudar desde la larga distancia. El escolta presenta un buen porcentaje en el triple (43%) y buena predisposición defensiva. Característica importantísima en un equipo que no destaca tanto por su ataque (13ª posición de 16 equipos), pero sí por la ejecución del arte de la defensa (el primero en puntos encajados con 71pp). Trinchieri es el principal valedor del jugador, del que destaca su multidimensinalidad y su condición de buen defensor y hombre de equipo: "Puede jugar de alero bajo, de escolta, de base e incluso de power forward".

La última hora nos sitúa a Gianluca Basile muy cerca de la Benett Cantú. Están buscando un base italiano y el  exblaugrana sería un regalo caído del cielo. Más defensa high level para Trinchieri y unas gotitas de killer que siempre van bien, sobre todo en Euroleague. Mazzarino-Basile. Tiempo para soñar.

Por último, Lele Molin, se unirá a Trinchieri en el cuadro técnico del equipo. Pese a la devacle en la Final Four, se valora la experiencia en Euroleague del ex técnico del Real Madrid.

De los tres, es el equipo que acude con menos presión y con una meta diferente a la de sus compañeros de liga doméstica. El objetivo del Cantù será clasificarse para el Top 16 y luego a soñar.

La irrupción del lockout, la disputa de la Final Four en Estambul (y lo que ello supone), el renacer del CSKA, la revolución báltica, la caída del imperio helénico…demasiados gallitos en la Euroleague más competida de los últimos años. Los equipos italianos también quieren serlo en este corral.