Koprivnica es una localidad croata de poco más de 30.000 habitantes que durante siglos fue clave en contiendas militares debido a su posición estratégica (ahora es fronteriza con Hungría). Allí nacieron los hermanos Ivan y Marko Tomas. El primero en 1981, y cuatro años más tarde el segundo. Ambos crecieron y comenzaron a jugar al baloncesto, un deporte que se convertiría en su futuro.

Llegada a Zagreb: los inicios

Obviamente, el primero en moverse fue el mayor, Ivan, que fichó por el Olimpija Slavonka Osijek cuando tenía 17 años. Una temporada en la primera división croata que sirvió para que los dirigentes del KK Zagreb se fijaran en él y se hicieran con sus servicios como gran promesa en el puesto de base. Además, ese mismo verano el equipo de la capital croata fichó a Marko, que jugaba en una categoría inferior con el Radnik.

Durante los dos años siguientes el juego del mayor de los Tomas creció mucho. La segunda temporada promedió 13 puntos por partido y lideró la clasificación de máximos asistentes en la Liga Croata, donde quedaron terceros. Un año después, en la temporada 2002-2003 el equipo disputó la Liga Adriática, donde quedaron sextos ante los equipos más poderosos de la ex-Yugoslavia. En la competición nacional terminaron terceros.

Además ambos disputan la FIBA Europe Cup, en la que empieza a destacar un joven Marko que había debutado ese año con el primer equipo y promedia 8,7 puntos por noche en la competición europea. En una inteligente maniobra, el KK Zagreb renueva al escolta por siete temporadas, un contrato que más tarde se convirtió en un balón de oxígeno en forma de dinero cuando el Real Madrid pagó su cláusula.

Dobles parejas: Los hermanos Garma

Si el hecho de que haya dos hermanos jugando en el mismo equipo ya es curioso, más aún lo es el que haya dos parejas de hermanos. En Zagreb a los Tomas se añadieron los hermanos Garma -Josko y Nikola- que tienen las mismas edades que Ivan y Marko.

Josko, el mayor, llegó al KK Zagreb en 1996 procedente del KK Split, y hasta el año pasado no se ha marchado del equipo croata, rumbo al Bosna de Sarajevo. Es un ala pívot de 2,06 con capacidad para lanzar de tres.

Nikola sigue en el equipo, al que pertenece desde el año 2000. Es más bajo que su hermano (2,03 metros) pero comparte su puntería desde más allá de los 6,25. El año pasado promedió casi 13 puntos por partido en Liga Adriática.

Consolidación

Un año después la competición europea que disputaron fue la Uleb Cup, Marko dejaba de ser un proyecto para convertirse en una realidad capaz de promediar más de 12 puntos por partido, e Ivan era el jugador que más minutos disputó de todos. A modo de curiosidad cabe destacar el primer partido de Marko Tomas ante el Real Madrid, disputado en Zagreb (72-75, decidido por un triple de Fotsis) en el que el croata anotó 15 puntos y capturó 8 rebotes. En el partido de vuelta Marko no jugó.

El pequeño de los Tomas comenzaba a captar la atención de scouts internacionales. De hecho, durante el verano participó en el campus previo al Draft de los Chicago Bulls, aunque todavía no había llegado la hora de pensar en la NBA.

La temporada 2004-2005 fue clave para los dos hermanos. Ivan comenzó el curso de baja tras sufrir una lesión en el tendón de Aquiles de la que fue operado. Tres meses de recuperación y una ausencia en la que Marko se erigió en el líder de su equipo jugando en cualquiera de las posiciones perimetrales, ya que durante la lesión de su hermano ayudó y cumplió en el puesto de base.

Adiós, Zagreb

Poco a poco, Marko relevó a su hermano en el papel de líder y comenzó a ser la referencia más importante del equipo. Todos los balones iban a sus manos y él lo aprovechaba. Durante esta temporada promedió 20 puntos y más de 4 rebotes cada noche. Además sus porcentajes en triples rondaron el 40%. Siendo croata, exterior, y con la solvencia que estaba demostrando no tardaron en aparecer las comparaciones con Petrovic. Sin embargo, el carácter de Marko es completamente diferente. No hay más que ver en quién se fijaba cuando observaba la por entonces soñada NBA: “Toda la gente se fijaba en Jordan, pero mi jugador favorito era Scottie Pippen“.

La importancia anotadora de Ivan disminuyó y sus números también bajaron. El hermano mayor se vio eclipsado por el pequeño, y una carrera que pudo haber sido grande se vio de nuevo ensombrecida -años antes habían sidos sus compañeros de generación Popovic y Planinic los que no habían permitido que Ivan brillara con las selecciónes croatas en diferentes categoría-.

De esta manera llegó el final de la etapa en Zagreb. Marko eligió la oferta del Real Madrid de entre las muchas que tenía sobre la mesa, aparcando el sueño de la NBA (retiró su nombre del Draft ese verano) y firmando un contrato por cinco años durante los que mejorar en el nivel má salto del Balocensto europeo . Ivan fichó por el Lietuvos Rytas de Neven Spahija, que jugaría Euroliga tras conseguir la Uleb Cup esa temporada.

No cabe duda de que Marko e Ivan dejaron su sello en la Liga Adriática. En un repaso rápido a los ránkings estadísticos históricos encontramos su apellido constantemente:

Valoración: Marko séptimo e Ivan décimo.
Puntos: Marko decimoquinto e Ivan decimoséptimo.
Triples anotados: Marko decimosexto.
Tiros libres anotados: Ivan quinto y Marko decimotercero.
Rebotes ovensivos: Marko decimonoveno.
Asistencias: Ivan primero.
Robos: Ivan vigésimo.
Faltas recibidas: Ivan sexto y Marko séptimo.

Los tiempos duros

La adaptación a otros entornos no fue fácil para ninguno de los dos hermanos, que por primera vez salían de su país. Marko llegó a España con la vitola de referente ofensivo en lo que para él era “un sueño hecho realidad”.

Sin embargo, a sus 21 años no estaba preparado para destacar en un equipo con las máximas aspiraciones. Además, la posición de escolta estuvo saturada durante toda la temporada en el equipo de Maljkovic y tuvo que jugar exclusivamente de alero, redefiniendo sus funciones en el equipo y pasó a centrarse en el tiro exterior y la ayuda en el rebote. Marko echaba de menos a Ivan, y en varias entrevistas reconoció que antes todo su equipo jugaba para que él anotara, especialmente su hermano, el base.

Para colmo de males, los problemas físicos hicieron acto de presencia y sólo pudo jugar 21 partidos de liga ACB, perdiéndose casi la mitad de la temporada.

No le fueron mejor las cosas a Ivan Tomas en Vilnius. Llegó a un equipo que ya tenía dos bases: Roberts Stelmahers y Sandis Buskevic. Su importancia en las rotaciones era muy pequeña, y tras siete partidos decidió buscarse otro destino.

De esta manera llegó a Grecia, donde el Panellinios le hizo hueco en una plantilla en la que el base titular era Damir Mulaomerovic. Ivan sí supo dar lo mejor de sí mismo en esta situación y recuperó las sensaciones que le hicieron ser importante en Zagreb (casi 28 minutos por partido).

El presente

Jugaré mejor“, fue el objetivo que se marcó el pequeño de los Tomas al finalizar la pasada temporada, y este año está mejorando sus prestaciones gracias en buena parte a la dinámica ganadora del Real Madrid de Joan Plaza, que reparte los minutos entre todos sus jugadores. Juega menos (16 minutos por 22 el año pasado) y por eso anota menos (de 7 a 4 puntos por partido), pero las sensaciones son diferentes. No es la estrella que se esperaba, pero sí se vislumbra en su juego un potencial por explotar.

Por otra parte, Tomas ganó prestigio en el país heleno y se ganó un contrato desde el inicio de la temporada con el PAOK de Salónica, aunque de momento su temporada no está siendo como esperaba. El equipo atraviesa problemas económicos que han provocado, por ejemplo, la marcha de Andy Panko. Además, se ha encontrado con americanos pequeños y físicos por delante de él en la rotación: primero el ex-baskonista Jerome Allen y Jason Parker después… Ivan vuelve a ver cómo le tapan la luz, pero ateniéndonos a los precedentes, seguro que encontrará un lugar donde brillar.

En el partido disputado en Madrid entre la escuadra de Joan Plaza y el PAOK Marko anotó 6 puntos en 14 minutos, mientras que Ivan dio 5 asistencias en 15 minutos. En esta jornada de Uleb Cup tenemos una nueva oportunidad de presenciar este duelo fraticida, sin duda un partido especial para ambos.