No vamos a descubrir a estas alturas lo talentoso que es Luka Doncic, ni la capacidad que tiene el esloveno para decidir partidos gracias a sus actuaciones individuales, algo que ya queda intrínseco en el conocimiento general de los aficionados.
Desde su andadura NBA, muchas han sido las voces que han querido sacarle puntilla al jugador de los Dallas Mavericks incidiendo en su atleticismo, siendo, probablemente, los mismos que se pregunten cómo es posible que, haga lo que haga, consiga deshacerse de su defensor o crearse espacios para tirar. Incluso NBADraft.net calificó su primer paso como "demasiado lento, incluso dentro de los estándares europeos". Una de las condiciones que posee Doncic para paliar esto es la habilidad para decelerar más rápido y mejor que la mayoría de jugadores, con un uso más que inteligente de las paradas y la siempre buena colocación de sus pies.
En el debut de su selección ante Lituania en el Eurobasket, un partido atractivo y disputado que finalmente se llevaron los eslovenos, demostró, una vez más, que no todo es aceleración y que puede resultar igual de útil saber cuándo parar, pausar y ejercer la mejor toma de decisiones a partir de ahí.
Luka just makes scoring look too easy. #EuroBasket x #BringTheNoise
— #EuroBasket 2022 (@EuroBasket) September 1, 2022
https://t.co/XA74Vl1szW pic.twitter.com/D4TuFDEld4
Puede haber opiniones al respecto, pero la ciencia no engaña, Luka se estuvo sometiendo a un estudio físico, al igual que muchos jugadores NBA, en el que demostraba que tiene una capacidad física extraordinaria para frenar el ritmo de su cuerpo sobre la pista sin padecer desequilibrios.
Eric Leidersdorf, director de Biomecánica de P3 -unas instalaciones de alta tecnología sobre rendimiento deportivo- ofrecido por Sports Science, fue contundente al respecto: "Luka posee la habilidad de crear una cantidad significativa de fuerza durante la fase excéntrica o de deceleración en un salto en la dirección contraria a la que se dirige. Esta es una cualidad íntegra que afecta al rendimiento en los cambios de dirección".
Uno de los movimientos estrella de Doncic, el tiro tras 'step-back', queda supeditado a estas condiciones. El ex madridista estuvo visitando desde los 15 años el estudio P3 y, en 2019, ya rozaba cuotas parecidas al usuario del 'step-back' por excelencia en la NBA: James Harden. Mientras que Harden registraba un 99% de eficiencia en los indicadores de fuerza excéntrica a la hora de decelerar, Luka quedaba en un 93%.
Muchos jugadores, al hacer una parada, necesitan un margen para recolocar su tren superior, perdiendo de esta forma equilibrio y rapidez en la ejecución. Doncic, con sus 2.01m y 105kg, aproximadamente, es capaz de controlar su cadera y tronco para no perder ni un instante en recolocarse y seguir el movimiento con una ejecución controlada y fluida.
Los defensores no saben qué esperar de Doncic en sus ataques y este es uno de los motivos por los que parece que el esloveno vaya 'a cámara lenta' y también es una de esas cualidades 'invisibles' que nos hace preguntarnos a todos cómo es posible que este chico rinda por encima del resto.