El Real Madrid consiguió una victoria vital de cara a sus aspiraciones en una Sala Pionir donde los blancos habían perdido en las dos últimas temporadas. Un triple en el último segundo de Luka Doncic rompió un empate que los serbios habían logrado con corazón – pese a no jugarse nada – y el mejor partido en Euroliga de un ex ACB como Alen Omic (25 puntos, 10 rebotes, 30 de valoración). Sin embargo, el MVP fue para un Doncic que volvió a brillar como hacía tiempo que no se le veía (24 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias, 3 robos y 35 de valoración) y que además se quitó la espina de su mala productividad en acciones decisivas. Con 6 segundos por jugarse, Doncic se jugó un uno contra uno frente a Dobrig que acabó con el serbio por los suelos el balón besando la red de forma limpia.
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— EuroLeague (@EuroLeague) 30 de marzo de 2018
La salida en tromba de los blancos, con un 0-10 de inicio, provocó que los locales fueran a remolque durante más de 30 minutos. Una puesta en escena espectacular de Donc (15 de valoración en 6 minutos) conseguía que el Real Madrid colocase un 12-21 después de 4 minutos. Sin embargo, Estrella Roja subió enteros gracias a su buena selección de tiro para ponerse a tiro de los blancos. Trey Thompkins, también sobre la bocina, colocaba el 20-27 en un intensísimo primer cuarto.
Los ataques se imponían a las defensas en un terreno que seguía poniendo el viento de cara para el Real Madrid. Entró Alen Omic a pista para revolucionar el encuentro. Sus 12 puntos y 6 rebotes en la primera mitad, sin embargo, no eran suficiente ante un Doncic que seguía comandando a su equipo (39-43).
Para contrarrestar el daño del pivot esloveno entró Felipe Reyes, que dio un clínic de posicionamiento en el rebote. El capitán desquiciaba a un Estrella Roja que volvía a ver cómo los blancos se despegaban (41-50). Pero los serbios, pese a no jugarse nada, estuvieron muy lejos de rendirse.
Poco a poco, los de Alimpijevic conseguían cerrar el aro blanco. Omic imponía su ley para dar la vuelta al marcador por primera vez en todo el partido (66-64) aprovechando el descanso de Doncic. Edy Tavares intimidaba con 7 puntos consecutivos y un mate de Thompkins parecía que cerraba el resultado, pero Estrella Roja tendría una última oportunidad tras la expulsión del caboverdiano por faltas. Con 75-79 a falta de 40 segundos, anotó rápidamente Feldeine y la presión de los serbios hacía que la victoria estuviese en su mano. Un mate de Omic empataba a 80 y dejaba 7 segundos en el luminoso. Los suficientes para que Luka Doncic asesinase sobre la bocina y mantenga vivas las opciones del Real Madrid de ser cabeza de serie.
1. Volvió el mejor Luka Doncic. Por fin, Luka Doncic parece completamente recuperado de sus problemas físicos hoy volvió a estar un nivel por encima del resto. Empezó brutal, con 14 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias y 3 robos en la primera mitad. Precisamente en este apartado, en el defensivo, es donde el esloveno ha querido dar un paso adelante para solucionar sus problemas de confianza. Activo en ambos lados de la cancha, Doncic se convirtió en una amenaza constante, casi siempre productiva. Su único "pero", las 7 pérdidas que cometió, algunas de ellas innecesarias mientras subía el balón. Todavía tiene que mejorar su templaza en algunos momentos, pero estando bien físicamente, a este jugador no le basta hacer un partido perfecto para dominar.
Su triple sobre la bocina limpia la telaraña que había en su estante de acciones positivas en el "clutch". Esta vez, realizó un crossover impecable y no le tembló la muñeca, que soltó muy rápido, seguro de que esa pelota iba dentro.
2. Al Real Madrid no le vale con esta defensa. Lo tuvo en su mano durante todo el partido y, sin embargo, la falta de consistencia en defensa hizo que Estrella Roja pudiese aspirar a la victoria hasta el final. Los problemas de faltas de Edy Tavares pesaron demasiado en la estructura defensiva blanca, que hizo aguas por momentos ante el poderío de Alen Omic. El esloveno superó hoy sus máximos de puntos, rebotes, tiros de campo anotados… Imparable. Un agujero en la zona blanca que puede ser peligroso ante pivots mucho más móviles que el esloveno. El 5/25 en triples de los de Belgrado fue la clave que les impidió dar un susto mucho mayor.
3. ¿Qué opciones quedan? La derrota de Olympiacos en Málaga y la victoria de Panathinaikos sobre Valencia Basket hacen que el Real Madrid tenga que seguir esperando por asegurar la cuarta plaza… que puede no llegar. La victoria ante el Brose Basket en la última jornada es imprescindible para mantener las opciones, pero todavía habría que esperar a una derrota de Panathinaikos en Milán o una victoria de Olympiacos ante Zalgiris. Cualquiera de esas dos opciones, junto a la victoria blanca, haría que los de Laso estuvieran entre los cuatro primeros. De ganar el Madrid, hacerlo Panathinaikos y perder Olympiacos, el triple empate les condenarían a la quinta plaza y enfrentarse a los griegos con factor cancha en contra.