Acabó la Euroleague y, aunque muchas de sus estrellas aún están batiéndose en los playoffs de sus respectivas ligas domésticas, el mercado europeo empieza a ser, cada vez, más efervescente. Del reciente interés del CSKA de Moscú por el ex ACB Marius Grigonis (1.98m/1994), que hizo una más que interesante temporada (13.4 puntos, 3.3 asistencias con un porcentaje de del 50.6% en T2 y un 45.6% en T3) con el Zalgiris Kaunas al pívot francés Moustapha Fall (2.16m/1992 años) de Villervaunne y de explosión tardía que, con casi toda seguridad, recalará en el Olympiacos. Los zocos también señalan al jugador del Granca Matt Costello, de quién se dice que está cerca de llegar al Baskonia junto a Xabier López-Aróstegui, o al NBA Rodions Kurucs que podría estar siendo tanteado por el Real Madrid. 

Sin embargo, hay dos jugadores de futuro incierto sobre los que muchos aficionados, periodistas, entrenadores… les tenemos un ojo echado: Alexey Shved y Pau Gasol

Aleksey Shved (1.98m/1988) ha vuelto a ser uno de los mejores jugadores de la Euroleague con una tarjeta de presentación de 19.8 puntos, 7.7 asistencias para 19.6 tantos de valoración. No obstante, al genio ruso aún le queda por demostrar si puede ser pieza vital de un super equipo para conseguir títulos. Y es que, desde que fichara por el Khimki en 2015, no ha conseguido ninguno mientras prácticamente todos los balones importantes pasaban por sus manos. Este curso su ficha bajó hasta los 2,5 millones de dólares, su equipo quedó último en la Euroleague con sólo 4 victorias, anteriormente rondó los 4 ‘kilos’. Está claro que ofertas de equipos de Euroleague no le faltarán pero todo apunta a que debe normalizar su desvinculación con el Khimki a nivel de pagos. Y es que el equipo ruso no jugará el año que viene ni la Euroleague ni en la VTB por quiebra económica. La temporada pasada ya se rumoreó con su posible vuelta a la NBA pero finalmente renovó en Moscú.

Por su lado, el rumor de que el 5 campeón de la Euroleague, el turco del Efes Sertac Sanli, podría recalar en el Barça que sea un noticia desestabilizadora o que Pau Gasol le haya confesado a su buen amigo Juan Carlos Navarro, nuevo director deportivo del Barça, que el año que este curso se va a intentar despedir luchando por participar en los JJ.OO. de Tokio. Es cierto que el varapalo de no conseguir uno de los pocos títulos que le faltan, la Euroleague, ha debido ser duro para el de Sant Boi, pero también podría ser una buena razón para que, finalmente, se decante por volver a intentarlo el curso que viene. No olvidemos que Pau, después de algo más de dos años sin jugar siendo un veteranazo de 41 años ha pulverizado hace unos días jugó un partido de récord tras lograr 14 puntos (6/6 en tiros de dos), 6 rebotes y 22 de valoración en la victoria del Barça contra el Joventut en el tercer choque de cuartos de final. El hecho es que lo hizo en apenas 11:56 de juego. Nadie antes había logrado una valoración tan alta en tan poco tiempo de juego en la historia de la Liga Endesa.