Afortunadamente, las consecuencias no fueron tan graves como se temió en un primer momento y el jugador recuperó la consciencia y la parálisis remitió de manera progresiva, después de ser tratado de las lesiones en su sistema nervioso en una clínica berlinesa.
De hecho, el jugador, que siempre se mantuvo optimista, se marcó como objetivo (completamente irreal para los doctores) volver a las canchas en el mes de Abril para ayudar a su equipo en los playoff de la Bundesliga.
Mamic no ha podido cumplir este desorbitado anhelo, pero le ha servido como incentivo para conseguir una recuperación muy rápida, en la que han tenido mucho que ver sus familiares más cercanos, por ejemplo hace unas semanas declaró que estaba deseando salir del hospital para pasar más tiempo con su hijo Bruno, de 10 meses.
En una entrevista concedida a la página oficial de la ULEB Cup el mes pasado, el jugador de 30 años comentaba sus evoluciones y se mostraba contento por volver a lanzar tiros libres (aseguraba que ya podía meter 15 de 20 intentos).
Durante todo el proceso de recuperación la afición del Alba de Berlín se ha volcado con su capitán, que ha recibido numerosas muestras de cariño y apoyo no sólo de los fans de su equipo, sino de aficionados al Baloncesto de todo el mundo.
Las expectativas actuales sitúan el posible retorno del alero croata en el inicio de la próxima temporada de la Bundesliga. Esperemos que así sea y Matej Mamic pueda volver a ser el magnífico jugador del que pudimos disfrutar en el pasado campeonato de Europa.