El tirador americano con pasaporte irlandés Jay Larrañaga ha llegado a un acuerdo con el Nápoles para disputar en dicho equipo la próxima temporada. El escolta de 30 años conoce bien la LEGA italiana tras haber jugado en Milán, Roma y Reggio Calabria en temporadas anteriores, y llega de nuevo a la LEGA tras haber hecho un paréntesis a final de temporada llegando al Real Madrid para sustituir a Alberto Herreros tras la lesión que sufrió en uno de los dedos de su mano izquierda. Al iniciar los playoffs, Jay se quedó con el puesto que ocupaba Mario Stojic en la plantilla original del equipo blanco. Además, el club napolitano ha renovado al ala pívot Davorin Dalipagic.

Rolando Howell también retorna al país trasalpino tras su corta estancia en Granada. Howell, de 23 años, ha firmado por dos años con el Varese italiano, tras ser insistentemente sollicitado por Rubén Magnano, técnico del equipo. El jugador tiene muy buen cartel en Italia tras ser proclamado mejor jugador de la LEGA-2 en su primer año en Europa con el Upea Capo D’Orlando, en el que promedió 16 puntos y más de 10 rebotes por partido.

Por otra parte la Virtus empieza a reforzarse para afrontar su primera temporada en la máxima categoría de las competiciones italianas tras la debacle económica que le llevó a un doloroso descenso (y ojo, porque el Scavollini de Pésaro podría ser el siguiente equipo en sufrir las consecuencias de una mala gestión económica). Por el momento han firmado por tres años al base Fabio Di Bella, y esperan poder dar el resto por Angelo Gigli, aunque todas las informaciones apuntan a que el prometedor italiano acabará jugando en el otro equipo de Bolonia, el Climamio.

También en el apartado de rumores se mueve la Lottomatica Roma, que después de perder la carrera por Tomasevic ante el Panathinaikos griego, está muy interesado en el ex-NBA nacido en Puerto Rico Daniel Santiago (aunque en Italia aseguran que está más cerca del Unicaja de Scariolo). Otro viejo conocido de la afición española también suena para el equipo de Pesic. Se trata de Milan Gurovic, con el que el Joventut de Badalona no cuenta para la próxima temporada, y con el que el equipo capitalino ha iniciado negociaciones.

Mientras tanto, la Benetton de Treviso busca un sustituto que rellene el hueco dejado por Massimo Bulleri. De momento se han fijado en el base-escolta del Reggio Emillia Marco Mordente. Pero la actualidad de Treviso se aleja de rumores y contrataciones para centrarse en el affaire de David Blatt con la selección israelí.

Problemas para el equipo nacional de Israel

El nuevo técnico de la Benetton era el seleccionador de su país de adopción, pero una normativa de la Federación Israelí obliga a tener justificadas treinta horas como alumno del curso de entrenadores. Blatt comenzó a entrenar antes de que esta norma fuera establecida, y aunque nunca recibió clases de este curso, ha llegado a ser profesor del mismo. Además, la Federación Israelí siempre ha sido flexible con ésta norma, ya que por ejemplo el mítico Oded Katash lleva entrenando al Hapoel Galil Elyon desde 2004 sin haber realizado el curso.

Los jugadores de la selección israelí, que tiene que intentar la clasificación para el europeo el 20 de agosto, apoyan a su hasta ahora seleccionador, al que consideran capacitado para llevar a cabo su labor (recordemos que Blatt ha ganado la Final Four de la FIBA Cup esta temporada con el Dynamo de San Petesburgo). Sin embargo la Federación no ha dado su brazo a torcer, y hasta que Blatt no tengo el certificado no podrá entrenar, por lo que si se incorpora a la concentración lo hará con varias semanas de retraso.

No es este el único problema para la selección, ya que el jugador Amit Tamir ha pedido que le excluyan del equipo para poder participar en campus de entrenamiento de equipos NBA, aunque todavía no ha sido invitado a ninguno de ellos. Tamir es un pívot de 2,08 que ha pasado varias temporadas en la universidad de California y ha participado en varios campus y ligas de verano estadounidenses en los últimos años. En la actualidad es jugador del PAOK de Salónica.