Laboral Kutxa salvó una bola de partido fundamental en el Buesa Arena tras ya haber cedido los dos primeros partidos del Top 16. Los azulgranas estaban ante un partido que tenían que ganar sí o sí y lo consiguieron hacer tras un rush final espectacular ante un equipo que le dominó el ritmo del partido y le llevó la delantera durante 38 minutos. A falta de 3 minutos los vitorianos caían por 6 puntos, después de una exhibición en el triple con un 8 de 9 en triples en los primeros quince minutos del segundo tiempo, con una exhibición de Taylor Rochestie en la que fue su casa por unos meses. En los últimos minutos un parcial de 16-1, partido desde una excelente disposición defensiva, un gran Causeur, un gran Iverson y el caudal anotador de Mike James. Otra clave, fueron los 5 rebotes ofensivos en los últimos dos minutos, que dieron mucho aire a los azulgrana que llegaron a tener 18 posesiones más en todo el partido.

El choque comenzó muy lento, lleno de imprecisiones y un Nizhny que se imponía en el inicio con 8 puntos de renta rápida. En 6 minutos de juego los azulgrana apenas habían anotado 4 puntos, pero tampoco era el mejor inicio de los rusos que pronto perderían la ventaja al final de cuarto con dos mates tras rebote ofensivo de Colton Iverson, en un duelo difícil de ver. Lo mejor del partido era el duelo Iverson-Parakhouski, el cual fue el líder de un parcial de 0-6 que volvía a poner a los rusos con una ventaja considerable con 8 puntos de ventaja. Begic era el único capataz de sostener a un deshubicado delante y atrás Baskonia , que dejaba a Rochestie generar a placer. Por suerte para los locales, el juego ruso no era mucho mejor, aunque sí que estaba más puesto en defensa. Las individualidades reinaban sobre el Buesa Arena, no existiendo noción de juego de equipo por ningún lado. Nizhny se iba con una renta de 4 puntos al descanso.

El segundo tiempo comenzó con manos las manos de todos los jugadores atenazadas. Pérdidas y fallos tontos por todos los lados que traían como consecuencia 1 punto en general en 3 minutos y medio de juego. La buena noticia para los del Buesa era que metían al Novgorod con bonus con 6 minutos por jugar y que defensivamente eran capaces de dar un paso al frente. 25 minutos y medio después, Laboral Kutxa se ponía por encima en el marcador por primera vez con dos libres de Causeur. El parcial era de 11-4 en este cuarto, lo cual ya hablaba mucho mejor de la creciente mejora defensiva de los de Ibon Navarro. Pero ahí volvió a pararse todo en seco, un veterano en mil batallas como Tarence Kinsey aparecía para poner 6 puntos de brecha tras un 3-9 rápido de parcial. Pero Baskonia iba a empatar antes del final del tercer cuarto con un 6-0, triple sobre la bocina de Mike James incluido.

Begic seguía haciendo un trabajo excelente con 4 puntos de inicio en el último cuarto. A pesar de ello Laboral Kutxa era incapaz de coger con solvencia el liderazgo y dos triples rusos volvían a dar un ligero colchón a los de negro con 4 puntos. Rochestie seguía ametrallando, era el tercer triple en 3 minutos. Además los locales entraban en bonus con casi siete minutos por delante. Pero Baskonia no se rendía, Bertans daba alas a los suyos con un triple imposible. Pero Rochestie seguía a lo suyo, otro triple más que ponía los 5 puntos de ventaja con otros tantos minutos por jugar. Nizhny llevaba 8 triples de 9 intentos en 15 minutos de esta segunda parte. Baskonia anotaba tras mate, tres veces, pero los árbitros castigaban cada defensa Laboral Kutxa con faltas. Una buena defensa vitoriana dejaba por fin sin anotar a los rusos, aprovechando y colocando a los vitorianos con un punto arriba con 2 minutos por delante.

Laboral Kutxa dominaba el rebote ofensivo y dejaba sin anotar a Nizhny Novgorod. El rebote le daba segundas opciones que ahora aprovechaba. Un triple de James a falta de 45 segundos ponía 5 minutos de renta, con un parcial de 7-1, que colocaba el partido muy de cara. Los rusos volvían a fallar otro triple, mientras que Shengelia con un tiro libre y otro rebote ofensivo, certificaban la victoria local. 5 rebotes ofensivos en los dos últimos minutos daban la victoria a un Baskonia, que fue a remolque durante 38 minutos. Un 16-1 era lo que acababa con el dominio ruso.