Venían con dudas, miedo a que se aparecieran los fantasmas del partido de Bélgica pero un plan, anunciado por Mondelo ayer, ejecutado a la perfección fue recompensado con un último cuarto insuperable dónde, de golpe, se disiparon todas esas dudas y esos fantasmas que llevan rodeando el entorno de las anfitrionas desde el comienzo. 

Con un rival como Canadá enfrente, España logra una victoria de entidad que le aupa a las semifinales en las que ya esperaba la poderosa Australia de Liz Cambage. Pero eso es otra historia que veremos mañana. Por enésima vez, este equipo se mete en la lucha por las medallas.

Ya en rueda de prensa, Lucas Mondelo ha analizado el gran trabajo hecho hoy por el equipo porque “el planteamiento ha salido tal cual habíamos planeado. Teníamos que aguantar el inicio y llegar al último cuarto igualados. En un breve análisis táctico ha explicado que “hemos dificultado mucho su ataque y hemos controlado mucho su rebote ofensivo. Su mal ataque ha tenido que ver con que nos han tenido que defender mucho, hemos jugado un partido en el que se han tenido que mover mucho y ahí ellas pierden“. 

En especial ha querido hacer dos menciones especiales. La primera a Queralt Casas, de la que ha dicho “Nurse va a soñar con nuestras exteriores y especialmente con Queralt. Sabe cuales son sus virtudes, las está explotando y se siente cómoda. Por eso está aquí. El trabajo de rotaciones de las jugadoras exteriores permite mantener un nivel intenso de defensa y esto nos dará más confianza en ataque”. Y la segunda a Laura Nicholls de la que apuntó que “en la segunda mitad se encontraba mal y salió. Eso te habla del espíritu de este equipo”.

La capitana Laia Palau, con un discurso mucho más emotivo, afirmaba: “Es espectacular este equipo y lo que hemos hecho hoy. Hemos hecho un partidazo, sobre todo atrás, somos moscas cojoneras y nos hemos encontrado con las sensaciones de las grandes citas”. 

Ambos agradecieron sobremanera el apoyo del público del pabellón Santiago Martín que hoy más que nunca apoyó a la selección española.

CANADÁ 53-68 ESPAÑA

Con un público chicharrero encomendado con la causa, salían las canadienses con la condición de favorita ante unas anfitrionas que llegaban con los fantasmas de Bélgica y las dudas que podrían generar. Despejaba los primeros nubarrones Torrens con un triple después de un comienzo errático de ambos equipos. Con Anna Cruz siendo la sombra de la estrella rival, Kia Nurse, y esa mejora en defensa que no se había encontrado aún, a Canadá le costaba penetrar en la zona española hasta que Shay Colley y la propia Nurse anotaban cinco puntos seguidos llegando casi al ecuador del cuarto (7-3, min. 5). Laia Palau disminuía la ventaja con un triple pero Nurse, percutiendo desde el 4,60,  y Nirra Fields queriendo unirse a la fiesta con una suspensión de tres obligaba a Mondelo a parar el juego (14-6, min. 8). Y entonces, entró Queralt Casas para darle a la selección una dosis de energía en ambos lados de la cancha que conseguía espantar esas dudas de los inicios de partido. Una asistencia de Casas para Ndour, y otra canasta suya en los últimos sesenta segundos mantenía la distancia que quería el cuerpo técnico español, 16-13 al cierre del cuarto y mejores sensaciones que partidos previos. Pero ahí no paró Queralt. 

La gerundense y Laura Gil salían haciendo un excepcional trabajo defensivo. Un parcial de 10-2 en los primeros cinco minutos, reforzados por la vuelta a esas defensas pegajosas de las españolas, con protagonismo de Astou Ndour en la ofensiva provocaban que las de Mondelo se fueran 18-23 por delante. Escapaba de la racha el conjunto de Lisa Thomaidis con un triple a tablero de Kim Gaucher tras cuatro minutos sin ver aro. Con las canadienses reaccionando, Miranda Ayim empataría a 27 con una bandeja a falta de un minuto y solo dos tiros libres de Anna Cruz consiguieron que España se fuera a vestuarios mandando en el marcador, 27-29

Salía España con una Queralt que no paraba y salía revolucionada con cuatro puntos y dos robos en los primeros dos minutos de juego. Nurse que se desquiciaba -estaba en 1/10 TC- después de cometer unos pasos, se resarcía, entre tanto, anotando cinco puntos para mantener una diferencia mínima (32-33, min. 23). Un intercambio frenético de canastas convertían el marcador en una montaña rusa con una Astou Ndour queriendo estabilizar el carro español. Un gran trabajo de la rotación española mantenía al equipo (42-42, min. 27) cuando el quinteto que ya estaba en juego lo formaban Palau, Cruz, Xargay, Gil y Ndour. Entrábamos en los dos últimos minutos de juego y las españolas afrontaban una fase de dudas con pérdidas innecesarias. Por suerte, el aliento del público y una falta antideportiva que provocaba Nicholls despejaba esas dudas. Además, dos tiros libres de Anna Cruz ponía a las suyas un punto por debajo (48-47, min.29) con un minuto por jugar pero en una acción dudosa, Colley anotaba un 2+1, sin convertir el tiro libre, por una falta pitada a Palau y dejaba las espadas por todo lo alto con 50-47.

Y aquí se despejaría el cielo. De repente se disiparían todas las nubes del cielo de La Laguna porque un trabajo asombroso de todo el combinado español y de una Queralt Casas, superlativa en el juego español hoy, tanto en ataque como en defensa levantarían la diferencia de tres puntos en contra y no solo eso. Se llegaría a un 50-64 -y un 19-0 de parcial en siete minutos- absolutamente increíble. Las españolas estaban en todos lados y recuperando definitivamente su mejor versión, dejaría a la fuerte selección canadiense en solo 3 puntos en el último cuarto. Anotó Canadá su primera canasta -un tiro libre- con menos de dos minutos restantes. El plan de Mondelo salió a la perfección y la plantilla española lo ejecutó a la perfección. España no fue una nube, ni siquiera una tormenta, fue un huracán que arrasó con todo lo que encontraba en el último cuarto. El público se entregó y fue el verdadero sexto hombre del encuentro que, por cierto, acabó 53-68. 

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