Australia gana la medalla tras vencer en la final a Rusia y Penny Taylor consigue el MVP. Eso fue 2006 y doce años después se plantaban las aussies en otra final con una generación distinta y gobernada por la poderosísima Liz Cambage. Pero delante iban a tener a la casi imbatible selección de Estados Unidos que solo ha perdido esa semifinal de 2006 ante Rusia en los últimos 22 años. Una racha asombrosa que tratarían de parar en esta final. 

Pero realmente nunca llegó a haber partido, empezaron las estadounidenses arrollando y Australia nunca fue capaz de recuperar ese balance inicial y tuvo que ir cuesta arriba durante el resto del partido. Las favoritas hicieron valer su condición y ganaron sin tener que mostrar su mejor versión con dos inicios, en el primero y tercer cuarto, absolutamente arrolladores.

El quinteto del torneo estuvo formado por:

-Diana Taurasi (EEUU)

-Breanna Stewart (EEUU): MVP del Mundial

-Emma Meesseman (Bélgica)

-Astou Ndour (España)

-Liz Cambage (Australia)

Australia 56-73 estados unidos

Empezaba el último partido de este campeonato con Sue Bird ejerciendo de repartidora con tres envíos que junto a dos tiros libres de Tina Charles asestaban un parcial de 0-10 de inicio. Se recompondría Australia pero solo hasta el punto que sus rivales hoy en la final querían. De ese comienzo se pasó a un 15-20 al final del cuarto pero sin ningún rastro de Cambage que estuvo perdida con un 1/5 inicial

Con la joven Alanna Smith asumiendo buena parte de la responsabilidad en ataque, las de Dawn Staley se lo tomaban con calma, bajando revoluciones en su maquina de anotar y simplemente respondía a cada canasta que llegaba de las australianas. En un monólogo de las americanas, ellas decidían cuando, donde y como anotar sin mayores esfuerzos y, sobre todo, sin querer irse aún en el resultado. Un “igualado” 27-35 marcaban las pantallas de los fondos del Santiago Martín pero la sensación era bien distinta. 

La vuelta de vestuarios fue lo peor que le podría haber pasado al público tinerfeño pues, fue en el tercer cuarto cuando las americanas quisieron hacer el partido suyo, como se esperaba, y sentenciaron en diez minutos una final de un campeonato del mundo como si fuera una pachanga de verano. Cinco minutos de las opals sin anotar mientras que las Taurasi, Bird o Stewart se encontraban cómodas anotando 9 puntos seguidos y dejando a las rivales en 11 en los cinco siguientes. El encuentro ya se había roto y la emoción brillaba por su ausencia con un 38-61 en una final.

Con un partido ya descafeinado, poco más se puede contar de un evento que perdió todo su atractivo con unas estadounidenses que definitivamente comen en otra mesa. Ni siquiera fue necesario que sacaran su mejor nivel y consiguieron una nueva medalla para la colección.

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