Laboral Kutxa resurgió de sus cenizas tras la caída de Nicosia con un partido tremendo en Vilnius, venciendo un partido vital ante Lietuvos Rytas por 21 puntos. Ante las adversidades, con las bajas de (casi) último hora de San Emeterio, Causeur y Heurtel, salió la mejor versión del equipo baskonista, que eclosionó entre el final del tercer cuarto y el cuarto final, para realizar un baloncesto total y hundir al conjunto lituano, que anotó 23 puntos en todo el segundo tiempo. Antes las bajas, los temporeros, como Milko Bjelica -16 puntos- que recién bajado del avión y sin entrenar, regreso a su equipo en la que también fue su casa para revolucionar y cerrar el partido. Rimas Kaukenas también está haciendo un trabajo magnífico bajo un contrato temporal. Andrés Nocioni volvió a estar en todas partes, volviendo a brillar, haciendo absolutamente de todo. Capitán general con 19 puntos y 9 rebotes para 31 de valoración.

Las defensas brillaban por su ausencia, Laboral Kutxa era muy incisivo de cara al aro, con Walter Hodge creando para Nocioni y Kaukenas. Nocioni empezaba espectacular, como últimamente acostumbra. Songaila por su parte lideraba a los lituanos, con ayuda del potente rebote ofensivo de los suyos. El partido tenía mucho ritmo, con muchas posesiones y velocidad. 6 puntos consecutivos del Baskonia al final del primer acto daban la primera gran ventaja de 5 puntos, tras 9 minutos de intercambio de canastas. Los vitorianos habían sido capaces de generar mejores opciones de tiro, sobre todo tiros cortos y medios.

El tempo bajó mucho con el comienzo del segundo cuarto, los azulgrana tenían problemas en recepciones en primera línea lo que les hacía perder 4 balones en apenas tres minutos. Lietuvos Rytas no era capaz de sacar rendimiento de esta circunstancia. Baskonia había perdido mucha fluidez con la entrada de van Oostrum a pista. La táctica ofensiva brillaba por su ausencia, sin elaborar juego o tener un patrón claro de trabajo ofensivo, acciones individuales y 7 puntos consecutivos de Milko Bjelica daban aire en un segundo cuarto muy trabado. El tiro exterior, generado en su mayoría por acciones de Cook que llevaba al final del primer tiempo 8 asistencias y los cortes de Palacios igualaban el partido justo antes del descanso hasta que un 0-4 devolvía una ventaja de 4 puntos al equipo vasco.

El tercer cuarto se atascó más, Bauerman ajustó la defensa sobre el Pick and Roll y juego directo vitoriano. Cook trabajaba más con manos, lo que dificultaba el estático de los azulgrana que volvían a depender del juego individual de Nocioni y del rebote ofensivo. Los errores prevalecían sobre los aciertos, el baloncesto desaparecía y se jugaba a minimizar errores. Los locales empezaban a frustrarse y un tiro de Bjelica ponía 8 de ventaja a dos del final del tercer acto. Nocioni generaba desde el poste juego, mientras Gecevicius entraba en ebullición en el otro lado. Ocho puntos separaban a ambas escuadras con un cuarto por jugar.

Milko Bjelica seguía imperial, con un Laboral Kutxa más concentrado en ambos lados. Milko anotaba canastas de todos los colores, defendía, taponaba y reboteaba para elevar la cuenta a 14 puntos. Los lituanos estaban ofuscados, sin ideas mientras con velocidad y verticalidad el Baskonia remataba el partido yéndose a la veintena de puntos cerrando la primera victoria fuera de casa en un partido vital.