El milagro de Jonas Vainauskas: este hombre es el Director General de Lietuvos Rytas. Un equipo modesto que en 2005 ganó la ULEB, en el 2006 se clasificó para el Top -16, en el 2007 fue finalista de la ULEB, en 2008 repitió en el Top-16 de la Euroliga y acaba de alzarse con la Eurocup 2009. Grande el mérito de un equipo que prácticamente todos los años pierde a sus mejores jugadores (Javtokas o Jasaitis en campañas pasadas y en la presente, con la temporada comenzada, Nielsen y Milisavljevic). Vainauskas, un loco de este deporte, es el verdadero genio en la sombra, el arquitecto del sueño de este modesto equipo que, a pesar de las penurias económicas, se ubica, una temporada sí y otra también, entre la elite del baloncesto europeo. Un hombre y su sueño.

Marijonas Petravicius, el sorprendente MVP de la F8: este pívot de 2.09 de estatura y 29 años es un jugador curtido en mil batallas, un hombre de rendimiento consistente que siempre ha vivido a la sombra de las estrellas interiores lituanas (Javtokas o los hermanos Lavrinovic). Tras una larga carrera, ha recibido un reconocimiento individual a su trabajo, mereciendo con toda justicia, y después de promediar 18.3 puntos y 6.3 rebotes en esta fase final, el nombramiento como MVP de la F8 de Turín. No es un jugador de gran talento, ni de técnica depurada, pero su tesón, fortaleza y su carácter de hombre de equipo le hacen ser un jugador muy valorado y del gusto de los entrenadores.

Chuck Eidson, el jugador total: el MVP de la Eurocup es uno de esos jugadores capaces de hacer de todo en la cancha y, además, logrando dar la sensación de que es fácil y sencillo. Ha sido una de las sensaciones del baloncesto europeo esta temporada y en esta fase final ha demostrado que no le hace falta anotar 25 puntos en un partido para completar un partido estelar. Con unos promedios de 16.6 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, sus mejores jugadas llegaron en los momentos calientes de los partidos, anotando canastas decisivas, recuperando balones clave o asistiendo al compañero mejor situado en las últimas posesiones. Un jugador con mayúsculas al que los grandes de Europa se lo van a rifar.

Khimki, grandes individualidades, deficiente equipo: digno de destacar el trabajo que ha realizado y que debe realizar Sergio Scariolo con el Khimki ruso. Scariolo intenta dar cierta racionalidad al juego de una plantilla hecha a base de fichajes mediáticos, donde priman las individualidades por encima del espíritu de equipo. Llegaron a la final gracias a las rachas de acierto y de las genialidades de sus estrellas (Delfino, McCarty, Garbajosa, Mozgov…) y parecía que esta misma fórmula les podía ser suficiente para alzarse con el título. Sin embargo, delante tenía un equipo sólido, un grupo conjuntado. Fue el triunfo del baloncesto de equipo frente al potencial individual.

Lucas Recker da señales de vida: el tirador de iurbentia Bilbao Basket está completando una temporada realmente pobre. Los tiros no le entran y esta circunstancia parece haber limado la moral del bueno de Luke. Sin embargo, en las semifinales de la F8 que disputaron los bilbaínos frente al Khimki, el tirador norteamericano volvió a ser el de siempre, convirtiéndose en el puntal ofensivo del equipo (21 puntos) y manteniendo vivos a los suyos hasta el final. Tal vez sea ya tarde, pero esperemos que esto sirva al jugador estadounidense para acabar la temporada ofreciendo una imagen adecuada a su verdadero potencial.

La magnífica imagen ofrecida por iurbentia Bilbao Basket: primera experiencia europea de este joven equipo (menos de una década de vida) e inmejorable la imagen que ha dejado en la organización de la Eurocup. Deportivamente el resultado ha sido sobresaliente, llegando a semifinales y compitiendo de tú a tú con el todopoderoso Khimki ruso. En este sentido, merece una mención especial el pundonor de Marko Banic, que disputó la F8 muy mermado físicamente por motivo de unos problemas estomacales (en el lado contrario, tirón de orejas al talentoso Markota, que ha mostrado un pasotismo bastante poco profesional). En cuanto a la numerosa afición bilbaína desplazada hasta Turín, cabe decir que se ha erigido en la auténtica animadora de las gradas del Palasport Olimpico Isozaki. Todo ello, ha llevado, según varios de medios de comunicación locales, a que se esté sopesando la posibilidad de que el equipo bilbaíno reciba una invitación de libre designación para disputar la competición en caso de que no se logró la clasificación en la cancha.

Hemofarm, puro talento: una de las cenicientas de la competición dio la campanada al vencer en ¼ de final al potente Dynamo ruso. Una bella gesta de un equipo repleto de jóvenes y talentosos jugadores balcánicos. El baloncesto serbio no parecía pasar un momento dulce, nada hacía recordar a aquellos equipos yugoslavos tan difíciles de batir, repletos de jugadores de gran calidad, dotados de un carácter ganador sobresaliente. El Hemofarm ha devuelta la ilusión del baloncesto a aquel país, recordando lo mejor de la época dorada del baloncesto de aquella zona. Y lo han logrado con Macvan mermado físicamente y con un Markovic un tanto gris. Otros jugadores como Joksimovic, Krstovic y un sorprendente Bojan Marjanovic ha liderado al equipo en este fase final. Atención al joven (20 años) y gigantesco (2.22 de estatura) Marjanovic: un jugador al que habrá que seguir de cerca.

Pamesa Valencia, otra vez visto y no visto: segunda F8 consecutiva para los taronjas y segunda vuelta a casa prematura. En ambas ocasiones le tocó bailar con la más fea, pero, al menos, en esta ocasión se ofreció una mejor imagen. Se luchó y cerca estuvieron los de Spahija de hacerse con la victoria. El problema del proyecto Pamesa es que, a pesar de las inversiones realizadas año tras año, los valencianos parecen quedarse con la etiqueta de eternos aspirantes, sin dar el salto definitivo.

Dynamo de Moscú, gran fracaso: poco más se puede añadir. El favorito para la victoria, el equipo con el mejor 5 inicial de la competición que venía de completar un inmaculado Last 16 se dio un gran batacazo. Su casi inexistente banquillo y la falta de actitud de algunos de sus jugadores les llevaron al fracaso.

Zadar, echaron de menos a Gecevski: el equipo croata mostró una dependencia excesiva de su pívot titular Todo Gecevski (incluido en el quinteto ideal de la Eurocup), que tan solo pudo disputar, por problemas de faltas, 17 minutos en el partido de ¼-s que les enfrentó a iurbentia Bilbao Basket. Pese a la derrrota, no se lo pusieron fácil a los de Vidorreta. Grata impresión la que nos dejó su alero, reconvertido en ala-pívot, Hrvoje Peric (2.03 de estatura y 23 años): un jugador atlético, que no se arruga ante jugadores más fuertes en la zona, carga muy bien el rebote y tiene un tiro en suspensión lento y poco estético, pero muy efectivo.