Comenzaba el encuentro la Selección Española como un auténtico vendaval, con Quino Colom destapando el tarro de las esencias y los montenegrinos observando, inoperantes, el show de los de Scariolo. Zoran Nikolic era el único hombre que sumaba por los visitantes, pero España no cedía ni un ápice de su ritmo. La entrada de Neddham daba una marcha más a la defensa montenegrina que, coincidiendo con la entrada de la segunda unidad española, conseguía recortar distancias en el luminoso (23-17). Debutaba Jonathan Barreiro de la mejor manera posible, anotando un triple en su primer balón. Montenegro, sin embargo, apretaba atrás, provocando pérdidas al equipo español y permitiéndoles acercarse en el marcador. Pero la vuelta del quinteto titular español a escena devolvía el control del tempo de partido al conjunto de Sergio Scariolo, con un activo Pablo Aguilar. Sin embargo, los montenegrinos se habían soltado la presión inicial y atacaban con más fluidez. Las pérdidas lastraban a La Roja, impidiendo tomar rentas claras antes del descanso (46-39).

Tras el paso por vestuarios la Selección Española trataba de poner una marcha más, Quino Colom deleitaba con su dirección de juego y Fran Vázquez y Pablo Aguilar masacraban el aro rival. El granadino estaba cuajando un soberbio partidazo, liderando la anotación española. Montenegro sufría para encontrar ventajas, y en defensa era incapaz de frenar la fluidez ofensiva de los locales. España dominaba el rebote ofensivo, con un enorme Sebas Saiz, que le permitía aumentar la ventaja en el luminoso (64-53). Los de Sergio Scariolo se gustaban, y el combinado nacional hacía las delicias del Principe Felipe de Zaragoza, que disfrutaba con el buen juego de La Roja (79-67)

Quino Colom es sinónimo de espectáculo: El andorrano volvió a ser el timón de la Selección Española, el base de Unics Kazan marcó el tempo del encuentro y bajo su dirección llegaron los mejores minutos del conjunto nacional. Letal cuando el equipo necesitó de sus puntos, y magnánimo regalando su juego para el resto. Firmó 11 puntos, 9 asistencias y 5 rebotes.

Zoran Nikolic no fue suficiente: Lo intentó el pívot montenegrino, que fue el faro de los visitantes, junto con Needham fue el encargado de subir el nivel de la selección balcánica. Nikolic lo intentó, pero los suyos sucumbieron ante el buen hacer español, el interior dominó, pero no fue suficiente, suyos fueron 13 puntos y 8 rebotes.

Un granadino hambriento, campando a sus anchas en Zaragoza: Apretaron las tuercas los montenegrinos en el segundo periodo, pero apareció entonces un estelar Pablo Aguilar que se echó el equipo a la espalda y lideró a los de Sergio Scariolo para mantenerles con ventaja durante todo el encuentro. Sus 16 puntos y 4 rebotes resultaron fundamentales para la victoria de La Roja.