Lo dijo Joan Plaza en la rueda de prensa posterior al partido “no podemos vivir siempre en el alambre” Ciertamente, el Madrid se está acostumbrando peligrosamente a la heroica. Vale que es una buena noticia que haya jugadores a los que les importa todo lo que sucede en el parquet, pero haría mal el equipo blanco en convertir una virtud, la del coraje y el empecinamiento, en su única arma, sin ofrecer nada más. Porque el Madrid puede y debe ofrecer más. Jugadores hay para ello.
El Madrid ganó anoche porque tenía enfrente a uno de los peores equipos de la Euroliga. Y porque en la plantilla sigue un tal Louis Bullock.
El Armani Jeans Milano difícilmente va a tener otra oportunidad tan clara de ganar en Vistalegre, como la que tuvo en la noche del jueves. El equipo italiano no se llevó la victoria posiblemente porque le dio vértigo todo lo que estaba pasando. A menos de un minuto se situaron cinco puntos arriba gracias a las concesiones y los nervios de su rival. Los locales no habían sabido rematar la faena durante todo el último cuarto y casi tiran por la borda un choque que, de haber perdido, les habría colocado en problemas dentro de su grupo.
Sin embargo, Llul con una canasta rápida, Felipe con dos tiros libres y Louis Bullock con una penetración a falta de tres segundos, obraron la remontada, el milagro, en una semana muy dura para la entidad. Lo de Bullock como reconocía Plaza al finalizar el partido “es de las mejores noticias que hemos podido tener hoy”. Tras mucho tiempo, muchas críticas, Bullock metía la canasta final y de nuevo contribuía a la victoria de los suyos. Se habla de decadencia del genial escolta, de que ya no es el que era y sin embargo, pasan los años y ahí está, capaz como siempre de pedir la bola decisiva y esta vez sí, encestarla. Por fin Lou.