Dos de los jugadores que han sonado como posibles incorporaciones para los equipos españoles a lo largo de la segunda vuelta de la ACB y que finalmente vieron frustrados sus aterrizajes en España han sido fichados por equipos de la liga croata.
El primero de ellos es Duane Woodward, un base-escolta que comenzó la temporada en el Montepaschi de Siena y que tras ser su equipo eliminado en la Euroliga y una vez que pasó el torneo de Coppa, ha llegado a un acuerdo con el KK Split (anteriormente conocido como Jugoplastika), un club que no pasa por su mejor momento económico pero que ha hecho un esfuerzo por reforzarse de cara a los playoffs.
Durante las semanas previas al fichaje de Anthony Goldwire existieron rumores acerca del interés del Pamesa de Valencia, en plena búsqueda de un base americano, por este combo-guard formado en Boston College.
El segundo es el siempre polémico escolta bosnio-croata Josip Sesar, que tras ser cortado por el Siroki (que también milita en la liga croata) debido a motivos disciplinarios que se antepusieron al excepcional rendimiento individual que el jugador estaba ofreciendo (26,5 puntos por partido), ha firmado con el KK Zadar.
Este escolta de muñeca excelsa llegó a un acuerdo verbal con el Etosa Alicante a finales del mes de febrero, pero finalmente las dos partes no se pusieron de acuerdo en cuanto al plazo para la llegada del jugador y esta discordancia dio al traste con la posibilidad de ver jugar a Sesar en la ACB. Menorca y otros equipos croatas también se interesaron por contar con sus servicios.