Última jornada europea de esta primera fase de la BCL en el pabellón Príncipe Felipe donde Casademont Zaragoza intentaría asegurarse prácticamente la primera plaza del grupo ante un PAOK que ya no tenía opción alguna de pasar de fase.

En los primeros compases de encuentro vemos un ritmo de juego algo parejo entre ambos equipos y con un acierto un tanto parecido, pero los rojillos se pusieron las pilas a mitad de cuarto en defensa, robando varios balones y colocando algún tapón, lo que, sumado a un buen acierto desde el triple, sumase un parcial de 10-0 a favor y se fuesen por encima de los diez puntos de ventaja. Los minutos finales del cuarto iban a ser muy favorables para los griegos, que parecían tomar la medida en la zona, ya fuesen desde el rebote ofensivo o en penetraciones forzando faltas y tiros libres, lo que ayudaba a que la diferencia al final de los diez minutos finales fuese apenas de 5 puntos (23-18).

Segundo cuarto total y absolutamente distinto a lo vivido en gran parte del primero. Sarikopoulos se estaba convirtiendo en un auténtico dolor de cabeza para un Casademont Zaragoza que veía como el pívot visitante generaba juego y ventajas desde el poste y lograba poner a su equipo incluso dos puntos por delante. La lucidez vista en gran parte del primer cuarto desaparecía en este segundo periodo, pero los maños lograban en unas exitosas últimas posesiones ponerse por delante de nuevo a falta de la segunda mitad (45-42).

La segunda mitad auguraba ser muy parecida a lo visto en el cuarto anterior, con los visitantes poniéndose de nuevo por delante en el marcador y un equipo maño que no sabía como salir de su letargo, pero un jugador le ponía toda la luz al juego rojillo: Nicolás Brussino. El alero argentino demostraba ser la estrella all around de este equipo marcando las diferencias en ambos lados de la pista: defensa férrea acompañada de robos y tapones, mientras que en ataque finalizaba con destreza desde el triple, atacando el aro y desde el poste, vamos, que las metía de todos los colores. Este arreón liderado por Brussino le daba una gran ventaja de nuevo a los locales, que sería inferior a los diez puntos a falta del último cuarto por culpa de un triple de Bobby Brown para terminar el cuarto (68-59).

Esa dinámica con la que terminaba el periodo anterior parecía haberse contagiado ya a todo el equipo, que en este caso sería D.J. Seeley quien lideraría el ataque zaragozano, ya no sólo numéricamente en este cuarto, sino llevando la manija y teniendo el control. PAOK veía como la ventaja no aumentaba sustancialmente gracias a los destellos de calidad de algunas de sus estrellas desde el 6´75.  Los últimos minutos fue un disfrute para la afición donde su equipo ya tenía la victoria amarrada y solo quedaba por ver el marcador final, el cual terminaría siendo de 86-76, dejando así la victoria y el liderato del grupo D en la capital del Ebro.

Un día más en la oficina de los exteriores. Y es que de nuevo el juego exterior zaragozana daba una nueva lección de juego y de rendimiento, y ya van… En un partido que se vivían muchos momentos de incertidumbre y de malas acciones, los exteriores se repartían los cuartos para liderarlos y poder poner a su equipo por delante. Ya fuese Dylan Ennis en el segundo cuarto, Nico Brussino en el tercero o D.J.Seeley en el cuarto, el conjunto rojillo siempre contaba con un primera espada que liderase el equipo y lo hiciese jugar como ellos saben.

Lo tenían en sus manos, pero se les volvía a escapar. PAOK venía de una gran racha negativa a si visita a Zaragoza y en algunos momentos del partido esa falta de presión por conseguir resultados les pareció favorecer en su desempeño en la cancha y se llegaban a poner por delante en el marcador y con una inercia muy positiva en el partido, no obstante, su falta de juego en equipo y el empeño de alguno de los jugadores en intentar finiquitarlo por su cuenta le daba mucho aire a los locales y dejaban el partido en bandeja para que los locales lo terminasen rematando.

¿Necesita Casademont Zaragoza un pívot? El equipo zaragozano sigue ganando partidos y ha cambiado la rotación de sus jugadores para adaptar a Benzing en muchos momentos a la posición de ala-pívot y a Radovic al 5. Sin embargo, en cuanto Zisis Sarikopoulos salía a cancha, hacía mucho daño a los interiores maños y se comenzaba a echar de menos al cubano Javier Justiz. Tendremos que ver que ocurre con la situación de la pintura maña y si al final el club tendrá que buscar un recambio en el mercado para mantenerse ahí arriba tanto en la competición liguera como para seguir pasando rondas en la BCL.

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