
Volvía la Basketball Champions League a Zaragoza, y con la competición continental llegaban de la mano las dudas acerca de que cara veríamos del equipo zaragozano.
El ritmo de Casademont Zaragoza en la salida del encuentro era muy alto y obligaba rápidamente a Dusko Ivanovic a pedir tiempo muerto, dado que el marcador reflejaba un 15-6. La salida tras la charla táctica pareció surtir efecto a lo largo del primer cuarto, ya que en un primer momento Besiktas logró detener la sangría zaragozana y poco a poco conseguían meterse en partido para dejar una mínima diferencia al final del cuarto (22-19).
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De nuevo, y como si se tratase de un calco del anterior periodo, los chicos de Porfi Fisac lograban despegarse de los turcos en el electrónico con un parcial de 8-2 y parecía que cogían fuerza para abrir una brecha mayor, pero los visitantes de nuevo, a través de una intensa defensa y de su acierto en ataque lograban un parcial a su favor de 0-11. Con este parcial Casademont Zaragoza no solo había perdido su ventaja, sino que habían desaparecido completamente de la cancha, lo cual no dudaría ni un momento Besiktas para marcharse al descanso con 7 puntos de ventaja (37-44).
Tras el paso por vestuarios, los rojillos parecían haber aprendido la lección y se mostraron muy agresivos en defensa para poder parar ese ritmo de anotaciones que estaban recibiendo. Con unas muy buenas líneas de pase y sacrificándose en las ayudas lograban que su canasta y su zona fuesen un fortín prácticamente infranqueable. A través de los robos y de los rebotes en defensa, los zaragozanos liderados por Carlos Alocén y por Dylan Ennis salían al contraataque para sumar sin que nadie pudiera apenas pararlos, para ponerse de nuevo con una ligera ventaja antes de entrar en los 10 últimos minutos reglamentarios (56-53).
Ambos equipos salían a pista con un nivel de intensidad muy alto, tal vez demasiado, y es que con tan solo 42 segundos de cuarto transcurridos se habían señalizado 6 faltas, cifra que nos sabemos si podría suponer un récord. Este cuarto, a diferencia de los tres anteriores, no estaba gozando de ningún parcial favorable para ambos conjuntos, si bien es cierto que Casademont Zaragoza tomaba las riendas del partido, no lo hacía con excesiva holgura, por lo que los turcos siempre se encontraban ahí. El partido se tuvo que decidir a falta de 33 segundos para el final, cuando gracias a 5 puntos consecutivos y a un tapón el marcador se decantaba definitivamente del lado local, mostrando el 80 a 73 final que supone la quinta victoria zaragozana en la BCL.
¡Qué final de partido del @BasketZaragoza!
El TRIPLE de Alocen
El MATE de Barreiro
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Dos directores y dos finalizadores: la formula de la victoria. Casademont Zaragoza lograba su quinta victoria en la BCL gracias a un gran trabajo tanto de Carlos Alocén como de Dylan Ennis (ambos con 17 puntos) en la dirección de juego y siendo los primeros en lanzar los contraataques. Además de los dos exteriores, tanto Tryggvi Hlinason como Jonathan Barreiro realizaban un partido crucial bajo los tableros: ya fuese en ataque siendo realmente efectivos, como en defensa no dando un balón por perdido en la zona.
McAdoo pierde los papeles y, ¿el partido? James McAdoo se cargaba rápidamente de faltas en el partido y, además, le señalizaban una falta técnica que le mandaba directamente al banquillo. El pívot estadounidense estaba siendo un dolor de cabeza en el rebote ofensivo y era una gran amenaza para los maños, pero cuando su equipo se veía obligado a prescindir de él tanto tiempo, este se resentía y de qué manera.
Puede que no puedas tirar, pero tampoco penetrar. La que puede ser la mejor defensa de la Liga Endesa y una de las mejores de la BCL parece que se deja ver de tanto en cuanto en los partidos, con claros y sombras. Lo que ocurre es que uno conforme va viendo como transcurre el partido y como termina con las estadísticas en la mano, queda claro que el conjunto zaragozano puede ser un peligro total en la competición siempre que esté enchufado. En un partido difícil como el de hoy dejaba a su rival en un mal 31.3% de tiros de campo, con un peor 18% desde el triple (7/39). Si cuando tienes una mala versión desde el lanzamiento exterior, Casademont Zaragoza coloca 8 tapones, la mitad firmados por Hlinason, la misión anotadora contra ellos se vuelve algo digno de Ethan Hunt.


